Mientras en Diputados se trataba la Nueva Ley para su posterior votación y aprobación, asambleístas se encadenaron a las ventanas del Congreso y se realizó una marcha repudiando las implicancias que las reformas a la Ley de Hidrocarburos vigente, trae aparejada, abriendo puertas y facilitando el extractivismo en nuestro país avalado mediante contratos espurios, plagados de cláusulas secretas acordados por el Gobierno Nacional y multinacionales que nos destruyen y saquean, afirmaron.
Y dieron cuenta que los métodos extractivos de destrucción como el fracking, son considerados en los puntos de la reforma obteniendo por ella, absoluto respaldo para su libre utilización en el territorio nacional con extensos períodos de concesiones de 35 años en algunos casos prorrogables por otros 10; el proyecto oficial avasalla las autonomías provinciales (al establecer contratos tipo sin la aprobación de las Legislaturas locales) y que perjudica a los distritos, al limitarle al 12% el nivel de regalías (que pueden llegar al 18% en una segunda prórroga de la concesión) que podrán percibir por la explotación de los recursos de sus subsuelos.