En total, el salto al vacío de Eustace, mostrado en exclusiva por 'The New York Times', ha durado 15 minutos y ha servido también para batir el récord en velocidad de descenso. Al poco de comenzar su caída el traje especial presurizado registraba los 1.287 kilómetros por hora. Los asistentes al evento han asegurado escuchar el "boom" que se genera al romper la barrera de sonido.
Un salto preparado en la discreción, sin publicidad
El salto ha sido preparado con increíble discreción durante los últimos tres años. No ha contado con ningún tipo de ayuda comercial o esponsorización. Eustace, de hecho, rechazó la ayuda de su propia empresa, Google, para retransmitir el evento. Ha grabado el salto con una pequeña cámara de acción acoplada al casco y sólo han estado presentes unos pocos medios. La Asociación Norteamericana de Paracaidismo (USPA) ha certificado la altura del salto.
La hazaña contrasta de forma sorprendente con la de Baumgartner. Apoyado por una marca de bebidas energéticas, el salto de suizo se convirtió en un evento mediático sin precedentes, con retransmisión en directo desde varios puntos de vista y casi dos días de cobertura ininterrumpida.
El pequeño equipo encargado de la prueba ha pasado los últimos tres años construyendo el traje presurizado que ha permitido a Eustace subir hasta la estratosfera. A diferencia del salto de 2012, el ingeniero no ha contado con una cabina de ascenso, sino que se ha anclado directamente a los globos de helio. Al llegar a la altura del salto una pequeña explosión ha desenganchado el traje, diseñado por Paragon Space Development Corporation, para comenzar la caída.
Eustace se unió a Google en el año 2002 y ha desempeñado el cargo de vicepresidente en varias áreas estratégicas de la compañía, como búsquedas o ingeniería. Antes de su trabajo en el gigante de la red trabajó como diseñador de procesadores en Digital, Compaq y HP. Es un entusiasta de la aeronáutica y tiene licencia de pilotaje y paracaidismo desde hace varios años.