Sociedad Una tecnología que crece

Polémica por los “drones”: Se venden desde $ 10.000 y los puede usar cualquiera

Ayer, dos aparatos paralizaron el Aeroparque en Buenos Aires y hubo revuelo. En algunos países su uso es habitual. Aquí aumenta la utilización privada y de equipos hogareños. Cómo funcionan.
Los dos drones que irrumpieron en el espacio aéreo cercano al Aeroparque porteño no sólo obligaron a cerrar las operaciones durante 45 minutos, sino que además provocaron un debate en torno al uso de estas tecnologías que, aún sin legislación en el país, comenzaron a proliferar. Se trata de aparatos no tripulados que se usan mayormente para filmar y tomar fotografías. Aunque en otros países, como en Alemania o Estados Unidos, ya se utilizan como correos; e incluso el Pentágono reveló que combaten en Bagdad con drones armados con misiles.
El origen de los drones está ligado al ámbito militar y a los servicios de inteligencia. Pero desde hace un par de años son de uso hogareño: en Buenos Aires se consiguen desde menos de $ 10.000. Aunque el que fue utilizado ayer en la zona de Aeroparque cuesta alrededor de $ 27.000. Y se están volviendo populares porque la fabricación de sus componentes básicos -cámaras, antenas, controles, hélices, etc- es masiva.

Los equipos destinados al uso hogareño, que se venden en casas de electrodomésticos, se pueden manejar desde un smartphone o una tablet, con iOS o Android. El drone incluye un pequeño módem que emite una señal de wifi que vincula a ambos equipos. Pueden tener entre 3 y 8 hélices que sirven para otorgarle mayor equilibrio; y se les puede colocar una cámara, incluso cámaras fotográficas hogareñas, siempre que no sean muy pesadas. Se alimentan a través de baterías recargables que tienen una autonomía de 15 minutos.

El especialista Marcelo Guarnaccia explicó que el mayor problema que enfrentan aquí es la falta de legislación: "En Argentina no se necesita autorización para operar un dron, pero sí en otros países del mundo en donde, por ejemplo, hay un radio límite de tres kilómetros para acercarse a un aeropuerto".
Según Guarnaccia, la difusión de este tipo de vehículos responde al costo y al interés de mucha gente que los utiliza como hobbie: "Es como un autito a radiocontrol. La gente los compra por curiosidad, para filmar a la familia, por diversión. Dos años atrás sólo cinco personas manejábamos este tipo de vehículos", detalló.
Aunque los equipos que posee pueden volar a más de 1.000 metros de altura, por seguridad no permite que se eleven a más de 300 metros, para no perder el contacto visual. Guarnaccia sintetizó el estado actual de la legislación en torno a los drones: "Hay muchos vacíos legales, está muy verde todo".

En Alemania son utilizados por el correo; igual que en Estados Unidos, en donde la empresa Amazon realiza entregas. Aquí, ARBA (la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires) los utiliza para detectar obras no declaradas, como ampliaciones de viviendas o construcciones de piscinas.
El sociólogo Andrés Pérez Esquivel -miembro de la Red Latinoamericana de Vigilancia, Tecnología y Sociedad- viene proponiendo desde hace un tiempo que se responsabilice a quienes los utilicen: "Como el equipo podría dañar a terceros, los pilotos deberían hacer un curso. A esto habría que sumarle un registro en el que se declara para qué y quién lo va a usar", opinó.
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS