Somos una generación que se asienta en la tierra pero sin el casco de hierro y el cañón de fuego no podremos plantar un árbol o construir una casa.
La frase fue pronunciada en abril de 1965 por Moshe Dayan, quien entonces era jefe de las Fuerzas de Defensa israelíes. Dayan, una figura seminal en la historia de Israel, hablaba en el funeral de un colono asesinado en un kibbutz cercano a la frontera con la franja de Gaza, que entonces estaba técnicamente bajo control egipcio. Esta fina porción de tierra se había llenado de refugiados palestinos luego de la Guerra de Independencia de Israel de 1948, cuando las fuerzas israelíes tomaron y arrasaron numerosas aldeas palestinas. En tanto, los estados árabes vecinos habían luchado en contra de la creación de Israel.
No le echemos la culpa a los asesinos hoy, dijo en el mismo discurso, refiriéndose a los palestinos que habían perpetrado el ataque al kibbutz. ¿Por qué deplorar su odio rabioso contra nosotros? Durante ocho años han estado esperando en campos de refugiados en Gaza, y frente a sus propios ojos han visto como sus tierras y aldeas, aquellas que ellos y sus padres habitaron, se transformaron en nuestro estado.
Una década después de este discurso, de Dayan Israel tomó el control de Gaza, luego de la Guerra árabe-israelí de 1967.
La fundación de Hamas
Levanten las banderas de Alá sobre cada pulgada de Palestina".
Esta frase está contenida en el pacto del Movimiento de Resistencia Islámica de 1998 la carta de fundación de grupo militante Hamas. La facción palestino islamista surgió como una rama de la Hermandad Musulmana de Egipto, presentándose como un desafío frente a los nacionalistas más seculares que integraban la Organización para la Liberación de Palestina de Yasser Arafat. Entró en la escena política de Gaza durante la primera intifada que afectó tanto a la franja de Gaza como a Cisjordania desde 1987 y que arrasó la zona durante cuatro años hasta que la conferencia de paz de Madrid de 1991.
La primera intifada impuso un cambio importante en Medio Oriente; el enfrentamiento en esa región ya no se daba entre Israel y sus vecinos, sino entre Israel y los árabes que vivían bajo su ocupación. Comenzó con actos de desobediencia civil y protestas no violentas, pero la represión israelí y la radicalización palestina llevaron a una crisis imparable. Unos 120.000 palestinos fueron encarcelados a lo largo de la Primera Intifada. Al menos 1.100 murieron a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y unos 1.000 acusados de colaboradores fueron asesinados por los mismos palestinos.
El levantamiento condujo a la firma de los acuerdos de Oslo de 1993, pero también anunció la llegada del grupo jihadista Hamas a la vida política palestina.
Israel se retira
¡Para fines de 2005 no habrá ni un solo judío en la Franja de Gaza!".
Lo dijo el entonces primer ministro Ariel Sharon ahora fallecido- en el verano de 2004 en un comité de la Knesset la asamblea de Israel-, para describir sus planes de retirar los asentamientos israelíes de la Franja de Gaza. El objetivo de esta medida fue reducir los ataques palestinos a israelíes.
La Segunda Intifada, que comenzó en el año 2000 y duró media década, incluyó numerosos ataques suicidas con bombas así como otras agresiones lanzadas por Hamas y sus grupos afiliados. Israel le cedió el gobierno de la Faja a la Autoridad Palestina, pero retuvo un control férreo en las fronteras de estos territorios para monitorear los movimientos de su abarrotada población. Las escenas en las que se veía como se removían a la fuerza a unos 10.000 ciudadanos israelíes de los asentamientos de Gaza, tocaron una fibra sensible en la sociedad israelí y dividieron su política (el actual primer ministro Benjamin Netanyahu renuncio al gobierno entonces como consecuencia de la decisión). Sharon fue aclamado por la comunidad internacional por su "coraje político". Hamas celebró la retirada israelí como prueba de la legitimidad de sus tácticas violentas.
La toma de poder de Hamas
"Esta es la elección del pueblo. Hay que respetarla".
En enero de 2006, Hamas sorprendió a muchos cuando arrasó en las elecciones para el Parlamento palestino. El entonces primer ministro palestino, Ahmed Qureia, miembro del partido Fatah de Arafat, reconoció su derrota después de que los resultados indicaran una victoria de Hamas. Pero el mandato electoral de Hamas nunca fue aceptado. Las potencias occidentales e Israel insistieron en que la organización debía renunciar a la violencia, cosa que no hizo. Israel intensificó su control sobre la frontera y detuvo a 64 miembros destacados de Hamas.
De acuerdo a un artículo publicado en 2008 en la revista Vanity Fair, los funcionarios estadounidenses de la administración Bush discutieron en secreto con los miembros de Fatah la posibilidad de dar una especie de golpe de Estado para disolver el gobierno de Hamas. En junio de 2007, mientras que las tensiones entre Fatah y Hamas llegaban a su punto cúlmine, los islamistas tomaron el control de la Franja de Gaza en una demostración de fuerza. El presidente palestino, Mahmoud Abbas, con sede en Cisjordania, sumariamente disolvió el gobierno dominado por Hamas y los territorios palestinos experimentaron una división de facto entre Hamas en Gaza y el Fatah de Abbas en Cisjordania.
Operaciones israelíes
"El objetivo de la operación es que Gaza vuelva a la Edad Media. Sólo entonces Israel mantendrá la calma durante 40 años".
La última vez que Israel montó una operación terrestre en la Franja de Gaza fue a finales de 2008, con la Operación Plomo Fundido. Durante dos semanas Israel lanzó una campaña combinada por tierra y aire que fue aclamada inicialmente como un éxito (aunque posteriormente fue criticada por el alto número de muertos que provocó). Sin embargo, sólo unos pocos años después, Israel terminó interviniendo nuevamente en Gaza, con la Operación Pilar de Defensa. El comentario anterior fue hecho por el ministro del Interior, Eli Yishai, el 18 de noviembre de 2012, y fue ampliamente criticado por su tono.
Un gobierno de unidad
"Hoy declaramos el fin de la separación y la recuperación de la unidad de la patria. Esta página en negro de nuestra historia se ha cerrado para siempre".
Tras el derrocamiento del gobierno de la Hermandad Musulmana de Egipto y el cierre de los túneles hacia y desde la Franja de Gaza, la popularidad de Hamas sufrió un fuerte golpe. Incapaz de pagar los salarios de los empleados estatales, en abril el grupo llegó a un acuerdo para integrar un gobierno de unidad con Fatah de la Autoridad Palestina.
En el momento la noticia fue recibida con optimismo, con el presidente de la Autoridad Palestina y líder de la OLP, Mahmoud Abbas, haciendo la declaración anterior en la televisión palestina a principios de junio. Pero el gobierno de unidad tenía un gran defecto desde el principio; el gobierno israelí suspendió las conversaciones de paz, negándose a negociar con cualquier gobierno que incluyera a Hamas.
Los adolescentes desaparecidos
"Hamas es responsable y Hamas va a pagar".
El lunes 30 de junio de 2014, los cadáveres de tres adolescentes israelíes que habían desaparecido mientras hacían dedo fueron descubiertos después de una búsqueda de 18 días. En el comunicado, citado más arriba, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu no dejó lugar a dudas de que Hamas estaba detrás de los asesinatos de los jóvenes que, según dijo, fue cometido por "animales humanos".
Hamas negó en repetidas ocasiones haber participado en los asesinatos de Eyal Yifrah, Gil-Ad Shaer y Naftali Frenkel, pero Israel no aceptó estas negaciones. Los asesinatos y el homicidio, aparentemente de represalia, del adolescente palestino Mohammad Abu Khieder, fueron la chispa que encendió el conflicto actual, con cientos de miembros de Hamas arrestados y palestinos de regresar a los ataques con misiles.
Los cohetes y misiles
"Hoy en día no hay ninguna intención de relajación y calma. Se ha derramado sangre palestina. No hay lugar para hablar de paz con la ocupación israelí. Si quieren proteger su entidad de los misiles de Hamas tendrán que poner Cúpula de Hierro en cada hogar en Israel".
Estos comentarios, hechos por el portavoz de Hamas Fawzi Barhoum el 8 de julio de 2014, se produjeron después de los ataques aéreos israelíes que comenzaron a atacar a sus miembros y sus suministros de armas en la Franja de Gaza. Según las Fuerzas de Defensa de Israel, en ese momento Hamas y otros grupos militantes habían disparado 150 misiles contra Israel durante un período de tiempo de 24 horas.
A pesar del aparente uso de la nueva tecnología de misiles que aumenta significativamente su alcance, los cohetes palestinos no han logrado causar muertes en Israel (un hombre israelí murió por fuego de mortero el 15 de julio). Esto es en parte debido a la tecnología que utilizan, pero sobre todo por el notable éxito del sistema de misiles de defensa de Israel llamado Cúpula de Hierro, que se dice que es 90% eficaz en detener ataques palestinos desde el cielo. Dado el carácter desigual de las cifras de muertos en estos conflictos, sería lógico preguntarse por qué Hamas se molesta en disparar cohetes. Hamas también podría argumentar que no tiene nada que perder.
El costo en vidas
"Son sólo los niños".
Este comentario, hecho por periodistas alojados en el hotel Al Diera, tuvo lugar el 16 de julio, cuando decenas de corresponsales extranjeros fueron testigos de la muerte de cuatro niños palestinos en un ataque israelí en la playa. William Booth del Washington Post se encontraba entre ellos y señaló que los niños eran "hijos de pescadores escuálidos que vimos todos los días, corriendo en la playa, jugando en las olas".
Fue un momento horrendo del conflicto y un recordatorio visceral para la comunidad internacional de que muchos inocentes son víctimas de esta lucha. Pero no fue un incidente aislado: a esta altura el Ministerio de Salud palestino estaba diciendo que habían muerto 39 niños palestinos.
La guerra terrestre
"Estamos pasando de la Cúpula de Hierro a un puño de hierro".
El jueves 17 de julio por la noche Israel anunció que pasaba de los ataques aéreos a una ofensiva por tierra, con el argumento de que era necesaria para destruir túneles utilizados por los militantes palestinos para infiltrarse en Israel. Poco antes del anuncio, Naftali Bennett, el ministro de Economía de Israel, había hecho los comentarios anteriores como una advertencia a Hamas.
Bennett, líder del partido político sionista Hogar judío, es conocido por sus puntos de vista de línea dura. En este caso, sin embargo, su opinion no puede verse como aislada. Una encuesta reciente reveló que la mayoría de los israelíes no aceptó el alto el fuego propuesto, a pesar de que Netanyahu lo apoyó; otras encuestas muestran un alto apoyo a la guerra terrestre entre el público israelí. Si bien hay muchas voces que disienten, la "mano dura" parece ser muy popular.
Ishaan Tharoor escribe acerca de asuntos exteriores para el Washington Post. Anteriormente fue editor senior de TIME, con sede primero en Hong Kong y más tarde en Nueva York.
Adam Taylor escribe sobre asuntos exteriores para el Washington Post. Originario de Londres, estudió en la Universidad de Manchester y la Universidad de Columbia.
