"La seguimos buscando, pero no sabemos nada de ella", reconoció la mujer de 74 años que también perdió a su hija María Inés Cabrol, mamá de Fernanda, que falleció en 2010 luchando junto a otras madres que buscan a sus hijas desaparecidas.
"A Fernanda la hicieron desaparecer, la secuestraron", dijo Cabrol, quien está convencida de que fue "Miguel Angel Lencina quien se llevó a mi nieta".
Lencina, quien cumplía condena por el asesinato de una mujer y gozaba de salidas laborales, apareció ahorcado el 6 de agosto de 2004, en una celda de una comisaría de Paraná, luego de ser acusado por la desaparición de Fernanda. "El no se suicidó. Por algo lo mataron. Fue para que no dijera nada", agregó la abuela, al hablar sobre la muerte del principal sospechoso del secuestro de su nieta.
La justicia condenó en 2007 a Mirta Chavez, pareja de Lencina, acusada de haber sido quien pidió un rescate a la familia, a horas de la desaparición de la joven.
El año pasado, el Ministerio de Justicia de la Nación elevó a 150.000 pesos la recompensa para quien brinde datos sobre el paradero de Fernanda.
En declaraciones a Télam, Cabrol cuestionó la difusión periodística que tuvo el mes pasado el testimonio de una mujer que aseguró haber visto a Fernanda en un prostíbulo de San Luis: "Esas denuncias no se deben hacer públicas, porque a la víctima enseguida las cambian de lugar y se la llevan a otro lado".
Este jueves en San Benito, de cara al décimo aniversario de la desaparición de Fernanda, se realizará un congreso contra las violencias, con el objetivo de incrementar acciones preventivas frente a los maltratos, organizado por la Fundación Queremos Ayudar.
La violencia de género, la trata de personas con fines de explotación sexual, el acoso escolar, el consumo problemático de sustancias y el maltrato a adultos mayores serán parte del temario del encuentro.
El colegio parroquial San Benito Abad, adonde estudiaba la joven, será sede el encuentro donde un mural recuerda a Fernanda Aguirre.
