El dueño de casa, ubicada en la zona norte de Concordia, aseguró a El Sol, bajo promesa de guardar absoluta discreción sobre sus datos y dirección, que le desaparecían cosas y reaparecían en lugares diferentes adonde los había dejado, tanto dijo el hombre que hasta sospeché que alguien entraba a mi casa, pero las puertas estaban cerradas.
En una ocasión, encontré caídos unos trabajos que estaba realizando y que habían quedado acomodados sobre unas tarimas, no supe a qué atribuirlo, pero me dio la sensación de que andaban por la casa en mis ausencias, por lo que cambié la llave, pensando que alguien podría tener una copia., dijo el hombre sin tomar respiro.
Ahora, estaba haciendo un piso de cemento, lo dejé alisado a eso de las 18 y me fui, cerrando las puertas, al otro día, encontré impreso en el cemento fresco, las cinco pisadas (las muestra al cronista).,por las dudas, miré las patas de los perros y no son coincidentes. Aquí no entró ningún niño (la planta del pie parecería la de un bebe) por lo que se reveló el misterio de los cambios de lugar de las cosas y las caídas de los trabajos, creo que convivimos con un gnomo, dijo el hombre.
PROBLEMAS
Le mostré las pisadas a un amigo, este se lo comentó a otro y vinieron varios a verlas, todos coincidieron que no son huellas de perros. Algunos, vinieron después a mostrar-me fotos de internet que muestran huellas de gnomos en otras partes del mundo y que son idénticas a éstas. No quiero que venga más gente porque no tengo tiempo para atenderlos, aparte no es mi intención que haya una romería para ver las huellas, ni que haya gente que quiera cazar al gnomo, doy la nota, porque lo manda un amigo, me comunicaré con El Sol, si ocurre algún otro incidente., asegura el hombre. Para despedirse con la mano levantada y entornar la puerta de su casa.
