Ambas rubias participaron de la octava edición del evento que nuclea a decenas de rostros famosos con el objetivo de convertir el glamour y el lujo en solidaridad.
La modelo argentina se cambió varias veces durante la noche, pero para posar por la alfombra roja eligió este vestido de lentejuelas moradas de Benito Fernández. Un diseño que no le sienta bien y con un color realmente complicado.
La rubia se mostró totalmente recuperada tras ser madre de Francesca: "Me da vergüenza hasta decirlo porque solo engordé ocho kilos, y ya estoy igual. Yo estaba con el miedo de la madre primeriza pero lo estoy llevando muy bien, la niña es buenísima, duerme y come más que yo".
Pero la boda no entra en sus planes: "Convivo con él, tengo una hija, así que un papel no va a cambiar nada, además me da un poco de pereza", le dijo a la prensa española.
