"Al principio mi personaje iba a ser una mina más nerd, con ropa holgada, pero al final terminó siendo una bomba a la que pasan cosas con este pibe. Me costó al punto de decir no sé cómo hacerlo", agregó. No obstante, Jimena rescata que todo salió de manera positiva. "A Darío no lo conocía y terminamos siendo como esos compañeros que parece que se conocen hace años. Es un placer. La historia va cada vez mejor. Hace muchos años que no la paso tan bien grabando, me río mucho", explicó.
Además, reconoció: "Soy una mina sin filtros, digo lo que pienso y a veces la pago por eso. Como ahora que a veces publico algunas cosas y se arma. Este año seguramente vuelva a estar en el Bailando. Estoy en un momento de mi vida en el que cada vez me importa menos todo, no me engancho con nada y busco pasarla bien".