A pesar de su popularidad, ya que integra una de las bandas más tradicionales de la provincia de Córdoba, Carignano nunca le reveló a la víctima su verdadera identidad. Se conocieron a través del chat de Facebook en 2009 y no pasó mucho tiempo para que el músico le propusiera un "juego" erótico. Ella cayó en la trampa y así empezó la pesadilla. Le pidió que le enviara fotos desnuda, pero cada vez su insistencia y sus exigencias eran más osadas. Fue entonces cuando la chica quiso ponerle fin a la "relación", pero ya era tarde. Él la amenazó con publicar sus imágenes en internet y mandárselas además a todos sus contactos. Se lo advirtió, ella no le creyó pero cumplió.
"Sé que sos egresada del colegio (...) y que estás estudiando en la facultad (...) de la Universidad Nacional de Córdoba (...). Sé que cumplís años el (...), que vivís en (...) y que tu mejor amiga se llama (...). ¡No te portes mal!", eran las respuestas que el supuesto extorsionador le daba para demostrarle que tenía el control de la situación. Hoy la víctima tiene 26 años y decidió compartir su calvario en una carta. "Mucho tiempo esperé este momento, pero jamás pensé que llegaría; pero hoy puedo decir que esta dura historia se terminó para mí, y seguro que para muchas chicas también (...) si bien yo cometí un error que cualquier adolescente puede cometer, por el mismo pagué un sufrimiento durante siete años. Debemos concientizar que estas cosas pasan, y que 'quien las hace, las paga', siendo necesario que quienes sean víctimas de esta persona se animen a realizar la denuncia".
La hipótesis de los investigadores es que las víctimas del músico de Trulalá podrían ser más de cuarenta.
