"Esta segunda vuelta fue sanadora, y tal vez muy necesaria", afirmó y añadió: "Finalmente confirmé que no es el tipo de relación que quiero tener".
¿Qué es lo que no funcionó? Cuando en el verano de 2015 regresaron a la Argentina, ella empezó a trabajar y eso, evidentemente, complicó las cosas: "Todavía hay hombres que necesitan minas serviles, de entrecasa, para sentirse más viriles o seguros", opinó. Sin embargo, lo recordó con cierta alegría: "Cuando no era posesivo te hacía sentir la reina del mundo"."Quiero aprender a ser soltera, a trabajar el "ver qué onda", a fijar y fijarme límites. Espero a quien me diga: "¡Qué linda estás!". Porque yo quiero casarme por Iglesia, con vestido blanco y una gran fiesta, tener más hijos, vivir en familia, hacer las cosas tradicionalmente bien", concluyó.