Sin embargo, la popularidad que ganó en estos meses y el exceso de trabajo que afronta día a día (además hace teatro y conduce un programa en el cable) no la frenan. Menos, para cumplir sus gustos personales: Luly es una apasionada por el mundo del lienzo y las acuarelas. "Hace tres años que estudio Historia del Arte, me fascina", le confía Muy.
-¿Qué dicen tus compañeros cuando te ven entrar al curso?
-Si bien me conocen de la tele, no se sorprenden porque en la semana, cuando no tengo que grabar, ando con cero producción: en jogging y a cara lavada. Además, imaginate que en Bellas Artes se cursa en unos pabellones de unas 100 personas, así que paso súper desapercibida.
-¿Por qué se te dio por el arte?
-Me encanta desde siempre. No es que quiera ser docente o dedicarme a eso pero, como también amo viajar, me resulta interesante llegar a una ciudad y conocer su arquitectura, su historia. Soy de las que pierde por lo menos un día en el museo, me recorro todo y voy tipo guía turística explicándoles a los demás.
-¿Cuál es tu artista preferido?
-Sandro Botticelli (renacentista italiano). Una vez estuve en La Galería Uffizi, en Florencia, donde tienen un espacio dedicado a él. Y cuando entré y vi sus cuadros... ¡casi me largo a llorar!
Más allá de lo cultural, Luly es una entusiasta de los cursos. Literatura, técnica vocal, acrobacia aérea, jazz, dramaturgia y dirección, comedia musical y hasta acento neutro; todo eso ya estudió. "No paro, siempre busco algo nuevo para formarme en esta profesión", asegura.
-¿Y cómo combinás ahora todo esto con la fama?
-No me molesta, tampoco es que la estoy buscando, eh. Desde chica sabía que quería actuar, me disfrazaba delante de mi familia y bailaba, cantaba. Por eso mi mamá me mandó a estudiar teatro a los 10 años y, desde ahí, no paré.
-Tele o teatro, ¿cuál preferís?
-Son súper diferentes, pero quiero los dos. En esta experiencia que estoy teniendo en La Peluquería. . . me siento feliz. Al lado de Marley, Flor Peña y Jey Mammón siento que estoy haciendo un seminario intenso en comedia, un rubro que en lo personal me da seguridad. Pero, por otro lado, subirme a las tablas es impagable. El contacto con la gente, la adrenalina del momento, no se compara con nada. Desde el verano en Carlos Paz que me sumé al elenco de Algunas mujeres a las que le cagué la vida, con Pablo Rago, y ahora seguimos con la gira por el Interior.
-También sos conductora.
-Sí, estoy al frente de DMAG, por Magazine, un programa de moda y tendencias que disfruto mucho.
-Con tanto trabajo, ¿cómo hacés para dedicarle tiempo al amor?
-Y. . . ¡por eso estoy casi todos los días durmiendo en su casa! Él -el RR.PP. Hernán Nisenbaum- es muy compañero y me sigue mucho en mi trabajo, además de que conoce a mucha del medio y con todos tiene buena onda. Si bien yo tengo mi departamento, todos los ratos libres que tengo trato de estar con él. De ahí que llegamos a esta especie de convivencia. Yo nunca había conviviendo con ninguna de mis anteriores parejas y la paso muy bien.
