El Paseo del Prado de la capital cubana, cuya primera versión fue construida en 1773 y rediseñado en 1928, se vio distinto con la presentación de Lagerfeld bajo luces especiales. A lo largo de la noche muchas de las miradas apuntaron hacia modelos como la británica Stella Tennant y la brasileña Gisele Bundchen.
La Bundchen, simplemente espectacular, modeló como una latina y fue gran protagonista de la Colección Crucero de Chanel, en su primera presentación absoluta en Latinoamérica. Pero la estrella del desfile habanero fue, sin embargo, la finísima y grácil británica Stella Tennant, gracias a una combinación cuasi tropical en la que predominó el color azul.
El actor se quedó en la ciudad tras filmar la octava versión de la exitosa saga "The Fast and the Furious" en las calles cercanas al Paseo del Prado, que desemboca en la avenida quizá más bella de la ciudad, el Malecón, que serpentea por la costa de la Bahía de la capital con una vista excelente al Castillo del Morro, hoy alumbrado.
Los selectos invitados aplaudieron las creaciones del alemán Lagerfeld. Afuera, en la calle, en las orillas de la avenida del Prado y en balcones cercanos, habaneros no invitados al selecto desfile, lo disfrutaron, sin embargo por completo.
"Yo estoy encantada. Esto es muy bueno. Le cambia el rostro a la ciudad", afirmó a ANSA Angélica, de 29 años de edad, que dijo haber visto "todo, desde que se inició hasta que se acabó" gracias a una amiga desde cuya casa se veía sin grandes problemas.
Omara, tal como la llaman los cubanos, nació en La Habana en 1930 y es poseedora aún de una voz firme y melodiosa como en sus viejos tiempos. Su más resonante triunfo reciente fue el proyecto musical Buena Vista Social Club, triunfante en Estados Unidos y Europa.
Con este desfile, Chanel parece haber "reconocido" a La Habana como un paraíso tropical, como lo ha hecho con Miami o Dubai.
Pero también la legendaria firma de Cocó atrajo algunas críticas por limitar su espectáculo a invitados muy especiales.
"Se me cayeron las alas del corazón cuando no me dejaron entrar", dijo por ejemplo Yamoara, que trabaja en un hospital de La Habana.
"Me apuré mucho para terminar mi faena del día y no logré nada. Tuve que mirar todo desde afuera y la verdad pude ver muy poco", se quejó. Fuente: (Ansa).-
