Crédito: Paparazzi.
-Al ver las imágenes, se nota un cambio radical en tu estética
-Creo que las mujeres, cuando tenemos un cambio interno, nos las agarramos con el pelo, en principio. Cuando me lo corté recién me estaba separando. Además, al cambio personal quería agregarle otro profesional, por eso creí que tenía que arrancar con la imagen. Me encanta cómo me quedó, y hasta que me aburra voy a seguir así. Además estoy entrenando mucho, me cuido con las comidas, me siento plena.
-Actualmente estás sin pareja. ¿Por qué creés que te cuesta encontrar al hombre indicado?
-Soy una mujer con mucha personalidad, y por ahí me cuesta encontrar a un hombre que me aguante, tanto a mí como al ritmo de vida que llevo. Que entienda mi trabajo. Me gusta estar en pareja, siempre tuve una, pero ahora quiero poner las energías en el trabajo. El amor llega, no se busca.
-¿La exposición puede a llegar a ser un tema contraproducente para tener novio?
-Seguramente. Te conocen de una manera, les encanta la mina bomba, la mina sexy y después te quieren cambiar. Creo que soy yo que me los elijo inseguros, estoy eligiendo mal. Siempre me pasa que cuando arranca la relación quieren que sea solamente de ellos, y en mi caso la libertad no se negocia. Mi trabajo como modelo, vedette o actriz es exponerme. Y no se lo bancan. Al principio les gusta, pero después te lo critican.
-Uno se imagina a una bomba sexual como vos teniendo relaciones todos los días. Sin pareja estable, ¿les das lugar a los amigos con derechos?
-No, ni ahí. Estoy muy lejos de eso. Soy muy selectiva, muy gata flora. Antes de elegir a alguien miro todo lo que tiene, las amistades, la gente que lo rodea. Obvio que al principio me atrae la parte física. Soy muy sexual, pero con la persona que elijo. No es que cualquiera me viene bien. Puedo estar tranquilamente un buen tiempo sin tener sexo. Necesito encontrar a una persona que me llene.
-¿Recibís muchos llamados de números desconocidos?
-Muchos, y todo el tiempo. Ahora con el WhatsApp parece que se animan más, pero enseguida los bloqueo. Los más insistentes son los jugadores de fútbol, pero son una raza que no me interesa. No quiero saber nada con los futbolistas.
-¿Qué te ofrecen?
-Desde regalos pequeños hasta viajes. A las mujeres nos encantan los regalos. Pero cuando te quieren comprar es distinto. Una cosa es el regalo y otra cosa es que el tipo sea manipulador porque tiene plata. No me banco al que se cree dueño de tu vida porque tiene la capacidad de darte cosas materiales. La mujer como objeto no me va, y el futbolista tiene eso, no todos, pero en general.
-¿Qué te elogian los hombres?
-El físico, pero cuando me conocen más, se quedan con mi manera de ser. Soy una mina común, con sentimientos. Dejan de lado la mina bomba y sexy y se quedan con que soy humilde y sencilla. Soy una chica que disfruta de la vida. Me agrada que se den cuenta de eso, me agrada. No todo pasa por el lomo, aunque aclaro que igual me encanta este elogio.
-La temporada de teatro está a la vuelta de la esquina, ¿te llegaron propuestas laborales?
-En lo laboral decidí buscar un cambio y afortunadamente lo estoy encontrando. Estoy estudiando mucho y preparándome. Estoy tomando clases de baile también. Tengo dos propuestas para hacer teatro que estoy analizando. Una es en Carlos Paz y la otra en Mar del Plata. Hay una que me tira más, pero no lo quiero quemar. Estoy trabajando para que me dejen de ver como la chica bomba y me empiecen a reconocer por mi trabajo. Me surgió algo de afuera, pero creo que no es el momento de irme.
-Una vez más la prostitución VIP se convierte en tema nacional, ¿te molesta el tema o sabés que es parte de la profesión?
-No me molesta como tema en sí. Me molesta que la gente no sepa diferenciar entre la trata de personas y la prostitución, ya sea VIP o no. Eso me molesta, que metan a todas en la misma bolsa. Creo que las chicas que se quieren prostituir lo hacen porque tienen ganas, y es una decisión propia y nadie las obliga. La trata es un tema más complicado y delicado. Esta bueno debatir y no se puede tomar en forma displicente. Es para charlarlo con respeto. La gente ve a una chica sin ropa, jugando a ser sexy y ya le pone el cartel de gato. En mi caso, no tengo un departamento en Puerto Madero ni tengo una vida que no pueda explicar. Vivo bien, pero no me sobra nada.
