Crédito: Paparazzi
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?¿Pensás que tu alto perfil cayó mal en la Casa?
?Puede ser que les haya molestado. Ellos estaban hace tres meses y de repente entro yo, con una actitud de querer devorarme la Casa. Yo sabía que tenía que entrar con una actitud muy fuerte, no iba a entrar para quedarme a llorar debajo del sillón. Enseguida se dieron cuenta de que tenía carácter, me tenía que imponer.
?Es toda una experiencia. Me acuerdo de que cuando era chica me preguntaba si la experiencia del encierro era para tanto. Pero sí, se te potencia todo. Descubrís lo que sos vos, lo que pasa por tu cabeza, por tu cuerpo. Es muy intenso psicológicamente. Pero me gustó, porque estuve el tiempo justo: ni más ni menos. La Casa se había puesto muy fuerte, pesada, bastante insufrible. Ya no la estaba pasando bien. Todavía tengo los horarios un poco cambiados y a la noche no duermo bien, pero estoy contenta de estar afuera.
?¿Qué te dejó tu estadía?
?La pasé súper bien. Me dejó amigos, que me parece que es lo más importante. Mi juego era más un juego conmigo misma que para agradarle a la gente y vender algo. Conocí gente con valores, gente buena con la que me quiero juntar a comer. Sé que va a haber amistad, por ejemplo, con Romina y con Fernando. Creo que afuera vamos a estar más unidos que nunca porque todos queremos trabajar en el medio. Para mí los valores siempre fueron más importantes que el juego, que mucho no me llamaba. No me interesaba el juego sucio, planear la estrategia de a quién votar, a quién no.
?Estabas muy enganchada con Fernando, ¿cómo sigue esa historia?
?Pobre, me pongo en su lugar, ahora que estoy más tranquila. Imaginate salir de repente de un encierro con siete personas, todos enloquecidos, sin poder mirar a otra gente; tenía una euforia tremenda. Salgo y me encuentro a todo el mundo gritando mi nombre, aplaudiéndome. Y cuando lo vi a Fernando, con el que tuve historieta durante toda mi estadía, me le tiré encima y lo besé. Pero yo sé que a él eso mucho no le agrada. Ahora él sabe que me gusta y veremos cómo sigue. Quiero conocerlo más, pero no como una amistad, porque ya sé que es un buen pibe. Me gustaría conocerlo por el otro lado (risas). Pero eso toma tiempo. Con tiempo él verá qué hacer. Yo, mientras tanto, tengo que volver a mi eje, que lo había perdido.
?Lo tenía súper claro. Lo que se vio era todo un juego. Yo necesitaba que se hablara de mí, no voy a mentir. Era una forma de querer jugar, pero conmigo, sin meter a los demás. Fue todo un histeriqueo, ellos son mis amigos y los boludeaba. Debajo de la frazada no pasó nada, y eso lo sabemos Eloy, Francisco y yo.
?Saliste a pedir disculpas
?Me preocupó solamente por mi familia, y yo ya me disculpé y aclaré todo con quien tenía que aclarar. A los demás, se los digo: no pasó nada. Fue más que todo un juego. Porque, si no, ¿qué iba a hacer en la casa de Gran Hermano? ¿Me iba a poner a hibernar como un oso? El video está editado, obvio. No se oye el audio, no se oye que nos estábamos cagando de risa. Si los hubiese masturbado realmente, hubiera sido mucho más notorio. Pero no, en ese momento no pensé en mis viejos y después dije "la pucha". Hay que tener la capacidad mental para estar en la Casa y para bancarse las consecuencias. Igual, ya sé que mañana no se va a hablar más de este tema.
?¿Sos igual de zarpada en tu vida personal?
?En la Casa me potencié. Pero soy auténtica, no escondí nada. Y sí, soy desaforada, me gusta serlo. Cuando quiero algo, voy y lo busco, no espero a que venga. Así sea un hombre o un laburo. No me quedo en el molde, soy activa. Mis límites para otros pueden resultar muy extremos.
