Ya sea con su bikini azul, amarillo y naranja, o el rosa y amarillo fluo, las curvas de Mónica supieron cosechar los más variados piropos durante la tarde del sábado, cuando posteó algunas de sus sensuales imágenes.
Un dato: el fotógrafo fue su marido, el actor Diego Olivera, lo que demuestra que no es muy celoso y no le importa compartir la belleza de su mujer.
Sin embargo, además de belleza y talento, los que la siguen a Mónica en las redes sociales (Twitter e Instagram) saben que tiene un sentido del humor impecable, y sin desentonar y perdiendo una pizca de sensualidad, se permitió bromear consigo misma en una de sus imágenes hot: "Charlame del dolor de espalda y cuello que voy a tener a la noche por hacerme la linda en esta pose contorsionista", escribió.