Espectáculos Quiere un hombre para siempre

El destape de Marcela Feudale: “Soy muy fibrosa”

La panelista de Infama está en su mejor momento. Después de operarse la nariz y las bolsas de los ojos, se animó al destape sexy: "Tenía mucho miedo de que me cambiaran las facciones".
Profesional de títulos en mano (profesora de Historia y locutora nacional) y de intenso y rico camino laboral recorrido, Marcela Feudale (50) también se permite disfrutar de su costado de femme fatale. La panelista de Infama –lunes a viernes, a las cinco de la tarde, por América- analiza el profundo cambio estético y personal que transita desde el pico de estrés que vivió el año pasado. "Las lolas me las hice hace dos años, aunque todo el mundo cree que fue el año pasado. Y el retoque en la nariz y las bolsas de los ojos, hace días. Lo de la nariz siempre fue un tema que me dio un poco de temor. No me disgustaba ese rasgo, lo que no me gustaba era el gesto que tenía cuando me reía y cómo caía para abajo cuando se me enfocaba de costado. Tenía mucho miedo de que me cambiaran las facciones", explicó.

–Desde que empezaste en Infama, mostraste cada vez más tu costado sexy...
–Siempre fui una mujer muy coqueta. Lo que pasa es que casi no tenía exposición en cámara. En general, estaba muy escondida detrás de Tinelli, con un personaje con mucha presencia pero mayormente hablando en off. Esta exposición permanente que tengo ahora hace que la gente me redescubra y que yo también tenga que pararme de otra manera frente a cámara. Uno busca seducir no sólo físicamente sino con el pelo, con el tuneo, con el vestuario, con el pensamiento. La televisión es un acto de seducción permanente porque somos un producto de la pantalla. La cámara da una invitación a la mutación constante. Todo el tiempo estás buscando algo más.

–¿Y cómo te llevás con esa exigencia?
–Dentro de toda la catarata de locura que es el laburo, uno se hace tiempo para frenar, vas insertando las cosas en el horario que podés. Siempre fui de cuidarme mucho, pero no me maquillaba tanto porque no salía en cámara.

–¿Cómo es tu relación con el paso de los años?
–Siento que los años me dieron una madurez y resolución en todas mis actitudes de vida, algo que no tenía. Ahora defino con mucha más soltura que antes. Sé para dónde voy, sé lo que quiero y me priorizo casi absolutamente. En general, yo siempre ponía por delante el interés del otro. Y ahora pongo todo en base a mi interés, se trate de una propuesta de trabajo o de una pareja. Ahora primero pienso en mí, y después en el otro. El tiempo juega a favor si uno lo sabe acompañar. Físicamente uno empieza a notar que no todo puede estar en su lugar, pero tengo una genética muy buena heredada de mi familia. Entreno mucho y mis trainers me dicen siempre que soy muy fibrosa. Mi madre tiene 78 años, la miro y pienso en cómo puede tener los músculos de las piernas así. Con la piel me pasa lo mismo, porque mi abuela tenía una piel divina.

–¿Te harías más cirugías o retoques si fueran necesarios?
–Si no es una cosa sanguinaria, salvaje, lo haré. Voy a acompañar mi madurez y mi vejez con dignidad, y con lo que pueda tener a mi alcance que no me desfigure. Hay mujeres en el medio artístico que pudieron permanecer porque, justamente, su cuestión estética las hace verse bien. Algunas están desfiguradas y otras lo hacen acompañando el paso de los años. No podés ir a un cirujano que te prometa la juventud eterna, porque eso no existe. El estrés que sufrí el año pasado, por el que terminé internada, fue el final de un proceso. Es terrible el cambio que se produjo en mí. En ese momento empecé terapia, y me hizo muy bien. Hoy estoy con la tranquilidad que buscaba en el medio del pecho, no tener más esa cosa de angustia, esa premura. No cambié las conductas, sino la forma de tomar las cosas.

–¿Te gustaría consolidar una pareja?
–No tengo nada… Yo no veo nada en el panorama. Me encantaría encontrar alguien con quien compartir. Y no es un problema mío, me parece que es un problema de todos, que no nos estamos viendo. Somos una multitud de personas que buscamos a alguien pero no nos vemos. O estaremos buscando algo demasiado ideal.

–¿Qué buscás en un hombre?
–No busco un ideal, no es mi caso. Me interesaría una persona que me guste físicamente, que sea un buen amigo de viaje, de cenas, de ir al teatro. Que tenga temas de conversación, y muy buen humor. Que se integre a mi familia es fundamental. Me gustaría estar eternamente de novios, que cada uno viva en su casa, eso mantiene mucho el romanticismo. No sé si me casaría, creo que el compromiso pasa por otro lado. Lo que me encantaría es hacer una gran fiesta donde lucir un buen vestido blanco brutal, que me quede pegado al cuerpo. Uno tiene que ser un buen amante y una buena pareja. Yo no estaría nunca con una persona con la que no tuviera química. El tema sexual es importante en una pareja. Tengo unos arranques de amores breves, unos picoteos, pero no más que eso. (Paparazzi)
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