Sin embargo no todo es perfecto en la convivencia, porque a pesar de que dice que en su casa los roles están bien repartidos, que aprendió a ceder y que su esposo es muy buen compañero, hay algo que detesta compartir en su casa: el baño.
"Para mí, el baño mata a las parejas, así que le dije que el día que nos mudemos quiero una casa con dos baños, uno para cada uno. Detesto compartir el baño". Además agregó: "En mi cuarto monté un dressoire para no estar dos horas en el baño y se lo dejo a él mientras hago lo mío".
Carbone también contó cómo mantiene la pasión con su marido. "Como pareja nos divertimos mucho, tenemos imaginación y Lucho me sorprende siempre con algo. Me regala conjuntos de lencería, por ejemplo. Cuidamos bastante la intimidad, estamos muy pendientes de no achancharnos en ese aspecto".
Finalmente admitió que ya están hablando la posibilidad de agrandar la familia. "Nos planteamos el hecho de ser papás, tenemos muchas ganas. Para mí es importante la planificación familiar. Primero quise casarme, e ir paso a paso".
"Además de tener hijos queremos mantener la intimidad, por eso planeamos mudarnos, No quiero colecho, no quiero al bebé durmiendo en nuestra cama", concluyó.
