Espectáculos Su vida y su carrera

Florencia Peña: "A los 40, estoy en mi plenitud por todo lo que viví"

La actriz disfruta de su mejor momento; la exitosa temporada con “Casi diva”, planea casarse y tener su tercer hijo. El mes pasado posó para la revista Playboy. “Tengo una relación muy libre con mi cuerpo”, asegura Florencia Peña.
Ahí está ella. Sentada en su camarín con una bata de seda floreada mientras su peluquera termina de hacerle una trenza para comenzar la primera de las dos funciones de “Casi Diva”, que realizó durante todo el verano en el teatro Del Sol en Carlos Paz. “Soy muy inquieta y me embola maquillarme todos los días”, dice Florencia Peña al recibir a Escenario. A los 40, la actriz confiesa que atraviesa la plenitud de su vida, porque claro, acaba de terminar una temporada exitosa en las sierras, disfruta del amor junto a su pareja, el abogado salteño Ramiro Ponce de León, con quien ya planea su tercer hijo, y es dueña de un cuerpo escultural que la llevó a posar para la revista Playboy el mes pasado.
La obra, que mixtura baile, canto, actuación y humor, ganó el premio Carlos 2015 a mejor music hall y Peña recibió el suyo como mejor actriz de la temporada. Durante el show, la actriz recorre anécdotas de su vida y su carrera en las que se ríe de su video hot, de las eternas repeticiones de “Casado con hijos” y de los sandwiches de salame que tanto ama y no puede comer por la dieta estricta para mantener la figura hasta el final de la temporada. El elenco se completa con el músico y humorista Sebastián Almada, que resulta una revelación en escena y los actores Noralih Gago, Leo Bosio, Seku Faillace y Mariela Rosso. Así, durante casi dos horas, Peña alcanza un estado de gracia en una obra impecable de principio a fin.
“Casi diva” comienza su gira el 1 de abril en Uruguay. Luego, durante semana santa volverá al teatro Del Sol en Carlos Paz y para el segundo semestre del año la obra llegará a Rosario.
Pero antes de la vorágine, en una charla a solas, la intérprete de Moni Argento habló de los hombres, la fama, el dinero y la política. Florencia Peña al desnudo.

—¿Por qué “casi” y no diva?
—La obra está llena de anécdotas de cosas que me han pasado que tienen que ver con que si hubiese querido no hubiese logrado armarme como una diva. Para mí el divismo es una construcción, que en algunos surge naturalmente, como el caso de Susana, Mirtha o Moria. Pero en mi caso, es una condición que iría en desmedro de quien soy yo como artista. Hace muchos años que trabajo y no puedo vivir de quién soy, entonces soy muy hacedora, produzco mis cosas, trabajo con mis amigos. Y si en algún momento hubiese querido hacerlo, la realidad me baja a tierra, y un poco de eso se trata el espectáculo.

—Después de 33 años de trayectoria, ¿qué anécdotas te marcaron?
 —Como en la vida, las profesiones se van construyendo. Y hoy con 40 años, puedo decirte que estoy en la plenitud por todo lo que viví, tanto los éxitos como los fracasos. Para mí un fracaso no es un fracaso de taquilla, sino aquellas cosas que no resultaron como yo quería y pude aprender de eso. Para el afuera, una obra puede ser un fracaso porque metió 10 mil espectadores y para mí fu un éxito porque me dio muchísimas cosas artísticas. Lo que hago es tratar de pensar qué me pasó a mí con ese proyecto, en qué crecí y en qué tengo que mejorar. Las cosas en las que me equivoqué son las que me hicieron crecer.

—¿Considerás que tuviste fracasos en tu carrera?
—Algunas cosas funcionaron más y otras menos. Yo vivo de ésto, y si bien hace un tiempo que elijo lo que quiero hacer, muchas veces he tenido que laburar en cosas que no me encantaban, pero siempre le puse amor. No es una cosa trillada, yo amo lo que hago y esa es mi clave para poder sostenerme durante tanto tiempo. A los 40, siento que estoy en mi plenitud, no es que me caí a pedazos o hago proyectos pedorros. Al contrario, siempre tuve la posibilidad de trabajar con grandes actores y directores en proyectos importantes. Por eso podría morirme mañana que he transitado mucho. Pero por otro lado, también siento que lo mejor está por venir.

—Hace un tiempo dijiste que las mujeres argentinas nos hacemos las sexies liberadas pero sólo queremos un marido. ¿En el fondo, todas somos Susanitas?
—Yo soy muy Susanita. Tengo una relación muy libre con mi cuerpo. Más allá de la imagen que se tiene de mí, soy una mina muy casera. Me encanta la familia, estar con mis hijos, estar con mi novio ahora, antes estuve casada 10 años. He podido conjugar mi pasión por la actuación y el arte con mi vida familiar. Me encantaría volver a casarme, tengo ganas de tener otro hijo con mi novio.    

—¿Ya planean casarse?
—Primero me tengo que divorciar (risas). Con Mariano (Otero, su marido, aún) tenemos muy buena onda y nos colgamos con el divorcio. Con mi novio hace dos años que estamos, un buen tiempo para empezar a proyectar. No sé si primero el hijo y después el casamiento o al revés. Pero me gustaría, soy de naturaleza confiada, y siempre confío en que las cosas van a resultar, y si después no resulta, bueno, son experiencias. Estuve muy enamorada de mi primer marido, fueron diez años alucinantes y no me arrepiento de nada.

—Ganaste el premio Carlos a mejor actriz y “Casi Diva” a mejor music hall. ¿Le das importancia a los reconocimientos?
—Tengo la suerte de ser una actriz que ha ganado muchos premios. Tengo tres Martín Fierro, dos Ace, un Estrella de Mar y éste es mi segundo Carlos. He perdido muchos también, pero no me puedo quejar, tengo una repisa llena de premios. El premio es una palmada, la sensación de que alguien te está diciendo “vas bien”. Pero eso no sos el peor del mundo porque no te lo ganás. Pero por un ratito te dura la euforia. Es como el éxito; de afuera uno cree que la gente exitosa la pasa bien. Pero la ecuación no es que éxito o dinero es igual a felicidad. Si fuera así, los ricos serían los felices y al revés, y en general es al revés. A veces el éxito transforma a la gente o la pone en lugares que no están buenos. Yo tengo una fórmula que es: ecuanimidad tanto en el éxito como en el fracaso. Ni creerse el éxito ni creerse el fracaso, porque hay cuestiones de la vida que no tienen que ver con uno. Yo me esfuerzo en cada cosa que hago, y es el mismo esfuerzo cuando me va bien que cuando me va mal. Y la verdad que no sé por qué en algo me va bien y en otra me va mal. Sino el éxito tendría fórmula y no lo tiene.

—Depende del público también, de lo que gusta y lo que no...
—Sí, y del momento justo también. Para mí “Casado con hijos” es el mejor ejemplo. Al principio fue un fracaso y después se transformó en un éxito. Por eso hay algo que no tiene que ver con el hecho artístico, sino con el lugar, el momento, el horario, tantas variables que hacernos cargo sería una boludez. Hay cosas que enganchan y otras que no tanto.

—Tenes un posicionamiento político muy marcado por el gobierno actual de Cristina Fernández. ¿Cuál es tu visión del país hoy? ¿Estás de acuerdo con que hay una grieta en la sociedad?
—Siempre vi a Argentina de manera positiva por eso nunca me fui del país. Más allá de adherir o no a este gobierno, tengo una visión macro de todo. Si lo pienso desde mí, nunca pagué tantos impuestos en mi vida como lo hice durante este gobierno. Pero creo que los que tenemos la posibilidad de pasarla mejor, tenemos la responsabilidad de ayudar a los que menos tienen. Soy una agradecida de tener lo que tengo y de poder vivir de lo que amo. No la tengo atada y tengo que laburar. Me gustaría que podamos pensar distinto pero sin odiarnos, sin matarnos. Vamos a ser sinceros, a los actores que nos hemos promulgado a favor de una idea se nos hizo un poco difícil. Por eso ahora bajé un poco el tono porque me pareció que no sumaba, no se entendía, y si no se entendía no le iba a hacer bien a nadie. Me parece que está bueno que vuelva la discusión siempre y cuando no nos llene de odio, que es en lo único que no estoy de acuerdo.

—¿Tenés algún proyecto para volver a la televisión este año?
—He tenido la suerte de estar en proyectos hermosos que han marcado muchos hitos en la tele; desde “La Niñera”, “Casado...”, “Poné a Francella”, el show con Marley. Pero me cuesta pensarme en la tele de hoy. Estoy esperando que aparezca algo que me encante y por ahora no pasa. Me estoy dedicando al teatro que es un gran amor que tengo. Muchos piensan que soy un bicho de tele pero un gran actor es el que se sube a un escenario porque ahí no estás recortado y se te ve entero realmente.
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS