Y agregó sobre el estado de felicidad que está viviendo el astro: "Me parece genial que este así, pero no soy quien para juzgar a nadie. Lo veo muy bien y cómo no voy a querer que esté feliz; lo que más quiero es ver a mi viejo feliz".
Cuando el cronista le preguntó por el encuentro público de su papá y Jana, su media hermana de 18 años, respondió: "No la conocí a Jana, si conocí a Dieguito Fernando cuando pude, cuando fui a su casa y no quería que se haga público, pero bueno veo que no está tan bueno eso ".
Y en cuanto al posible encuentro con su media hermana de 18 años reveló que le gustaría juntarse con ella pero de forma reservada: "Si lo hago, va a ser súper privado".
"Siempre nos critican a nosotras a mí, a mi mamá y eso me parece que está buenísimo, porque uno opina lo que quiere", señaló.
De las relaciones amorosas de su padre, opinó: "No soy quién para juzgar si tiene que estar con una o con otra".
Eso sí, cuestionó el trato que la prensa le da al Diez: "Siempre le buscan algo. Si está familiero, porque está familiero, si está flaco, porque está flaco; chicos, déjenlo vivir. No le hizo mal a nadie. Si le hizo mal a alguien fue a nosotros, no a la gente", cerró.
Por estas horas se especula que podría haber una reunión en la intimidad con las hijas del "Pelusa" para tratar de unirlas, bajar los decibeles y conformar a todos y a todas.
Mientras tanto, Maradona muestra una nueva cara, la de un padre que quiere recuperar el tiempo perdido con Jana, su última hija reconocida, y también se deja ver muy enamorado junto a su novia Rocío Oliva, como ocurrió este martes por la noche, cuando ambos salían de cenar en un restaurante de Palermo.
Los dos se mostraron muy atentos con la prensa e incluso los curiosos que los esperaban en la puerta del restó "El Don", donde también se encontraba Jana, el amigo de Maradona Alejo Clérici y su novia Celeste Muriega.
El Diez salió pasada la medianoche y se subió a su camioneta pero previo a irse se paró en el hall del restó y le dio un beso muy apasionado a Rocío.
