El encuentro con el papa Francisco fue la excusa para que Tití rememorara a la joven: Yo no quería que fuera al Mundial, porque sé lo que es Brasil, pero me ganó ella. Me sorprendió el día de mi cumpleaños y la pasamos extraordinariamente bien. No saben lo que disfrutamos. Ibamos a cenar y ella me elegía los lugares. Me enseñó a tomar una caipirosca de frutilla, que jamás había tomado y le dije ¡qué rico!".
Muy sensibilizado, luego reveló una suerte de señal del destino: "El día que llegamos, que la estaban por velar a Sole, había alguien llorando desconsoladamente. Entonces, vienen y me dicen que hay alguien que dice que era el novio de Sole, que necesita entrar. Lo digo que entre. Era Luisito Alé. Dos días antes del accidente Sole me empieza a hablar de un chico con el que estoy hablando, sin darme datos más concretos. Resulta que después me entero que Luisito viajaba el tres para Brasil, y ella murió el dos de Julio. Me hablaba de él porque yo lo iba a conocer allá.
Entre tanta nostalgia, Tití Fernández se desahogó: La tengo presente a cada minuto. Así, sobre el final, el cronista deportivo comentó cómo marcha el juicio: "Pusimos un abogado brasileño y un traductor. El 29 van a declaran los testigos argentinos que viajaban en el auto con Sole. Queremos que el culpable vaya a apolillar seis meses a una cárcel, porque nosotros estamos presos A lo mejor hago que Messi y Neymar se saquen una foto (con la imagen de Sole), que va a llegar a Brasil. Entonces, el juez y la fiscal van a saber que hay alguien que va a estar atento a lo que pase. Va a pasar lo que tenga que pasar, y lo que digan que pase, va a estar bien. Confiamos en la Justicia brasileña. Pero, ojalá pase lo que queremos nosotros".