"Conseguimos una entrevista con el juez y con el fiscal de la causa. Vamos para ponernos a disposición de ellos, a decirles que creemos en la Justicia brasileña. Pero queremos estar allí monitoreando todo porque estamos lejos, porque la muerta es argentina en un país que no es Argentina; porque los otros dos accidentados son argentinos y están lejos. Entonces, entre exhortos, que te llaman, empieza a pasar el tiempo y yo no quiero que esto quede en el olvido Nosotros nos vamos a encargarnos de que los testigos vayan a declarar ahora, inmediatamente, no dentro de un año. No queremos que la cosa se enfríe", le afirmó Tití a Rafael Juli.
Por otra parte, Fernández contó: "Además vamos a ir a rendirle un homenaje a Sole en el lugar donde se produjo la muerte. Mi mujer es la que está más complicada, más dolida. Se le fue una hija y una amiga. Es un golpe durísimo y vamos a trabajar en honor a Sole, para que la persona que se mandó el cagadón, pague".
Más allá de su tono cordial y pausado, Tití manifestó su crisis de fe: "Estamos enojados con Dios, muy enojados. Mi mujer puso en la lápida Dios, quiero que sepas que estamos muy enojados con vos, y yo estoy re caliente. No creo en esa boludez de que la necesitaba, hay tanto turro suelto, tenía 26 años y todo para dar".
Es más, a un mes de su paso por el Vaticano, Tití Fernández reveló: "El Papa se conmovió cuando le dijimos que no creíamos en Dios por lo que nos pasó... Tenemos el apoyo y el cariño de la gente, pero eso no te devuelve nada, no alcanza".
Al cerrar, el periodista enfatizó: "Voy a estar en el mismo aeropuerto que estuve con ella, en el mismo hotel y recorrer las mismas rutas que recorrí estando con ella. Va a ser un golpe, pero mi mujer necesitaba ir al lugar donde se produjo el vuelco y la muerte Sole era una pendeja extraordinaria, y ahí estamos". Fuente: (Ciudad).-