En el gobierno esperan que desde principios del año próximo el precio local del crudo esté en la misma línea que la cotización internacional del Brent, el tipo de petróleo que se extrae principalmente en el Mar del Norte y funciona como referencia, entre otros, en los mercados europeos hechas todas las deducciones de calidad y del costo de los fletes.
El petróleo representa cerca del 80% del costo de producción de las naftas y el gasoil. De manera que su variación inclinará los precios finales que pagarán los consumidores locales. Tendrán así una situación más parecida a la de los países vecinos.
En 18 meses la brecha entre el precio internacional del Brent (sumados sus costos para volcarlo al mercado interno) y el crudo local (toma en cuenta el precio del barril de Medanito, propio de la provincia de Neuquén y de los que mejor rinden en las refinerías argentinas) se redujo de US$ 25 a US$ 4 por barril. En otros términos, la diferencia que se registraba en diciembre de 2015, entre US$ 75 y US$ 50 para aquellos parámetros, descendió a principios de julio a US$ 55 contra US$ 51.
La reducción paulatina de esa brecha implicó la eliminación progresiva del barril criollo, que contempló un precio sostén interno reconocido a las productoras locales para evitar un desplome aun mayor de la inversión y sus efectos negativos sobre el empleo, en especial en la Patagonia. A principios de año, Energía facilitó la puesta en marcha de una fórmula para "transparentar los precios de los combustibles", que bajaron a principios del segundo trimestre. Pero esa cuenta considera el precio local del petróleo, que está por encima de los valores internacionales.
Efecto devaluación
Además del petróleo, los precios de las naftas y el gasoil responden a otros factores, como los biocombustibles (la intención oficial es que en algún momento sus precios converjan con los de mercado) y la paridad entre el peso y el dólar. La marcha de la moneda es un elemento crucial. Dado que la compraventa de crudo está dolarizada, la devaluación del peso implica desde el punto de vista de las petroleras que necesitan más billetes para hacer frente a la misma compra de crudo.
El futuro alineamiento del precio local del crudo con los valores internacionales implicará mantener constante su valor en dólares. De manera que una devaluación pronunciada en el marco de una baja en la cotización del petróleo puede obligar a los automovilistas a pagar más, en pesos, para llenar el tanque.