Economía En la última campaña

El maíz bate récords: Se cosecharon 38 millones de toneladas

El maíz argentino puede encontrarse en gran parte del territorio nacional por efecto de la mejora genética. Un grupo de especialistas del INTA enfatizó en prácticas que ayuden a conservar y extender la alta productividad alcanzada.
El maíz argentino puede encontrarse en gran parte del territorio nacional por efecto de la mejora genética (maíces Bt) y al perfeccionamiento de otras técnicas.

Técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) enfatiza en prácticas que ayuden a conservar y extender la alta productividad alcanzada: reducir la presión de las plagas y siembra de refugios.

Conocido como uno de los cultivos pioneros en el desarrollo agrícola argentino, el maíz logró consolidarse en los sistemas productivos nacionales.

De hecho, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la campaña 2016/17 cerraría con un 26 % más de granos que el ciclo anterior y, frente a la próxima, algunos indicadores anticipan un escenario favorable para aplicar tecnología.

Daniel Ducasse, especialista en protección vegetal del Instituto de Patología Vegetal del INTA, expresó que "necesitamos plantas que cada vez sean más eficientes y resistentes, no sólo a los insectos, sino también a clima variable y cada vez más extremo".

En esta línea, el mejoramiento genético permitió la obtención de cultivos tolerantes a herbicidas (TH) y resistentes a insectos (Bt).

En tanto, el avance de la tecnología Bt en el cereal ayudó a que se disminuyan considerablemente las pérdidas provocadas por insectos, dio paso a la producción rentable de maíz tardío y de segunda y, además, redujo el impacto ambiental por el menor uso de insecticidas.

El maíz Bt incluye genes de la bacteria del suelo Bacillus thuringiensis, lo que le aporta a la semilla una toxina que ayuda a controlar algunos insectos plaga de las familias de los lepidópteros (mariposas, polillas) y de los coleópteros (cascarudos, vaquitas).

"Desde la aparición, en 1998, de la primera semilla de maíz resistente a los insectos, como los barrenadores, su adopción creció rápidamente", señaló Eduardo Trumper, entomólogo del INTA Manfredi ?Córdoba?, quien aseguró que "según datos del Consejo Argentino para la Información y el Desarrollo de la Biotecnología (ArgenBio), en 2016 los maíces transgénicos ocuparon el 96 % de la superficie destinada al cultivo en el país".

Alfredo Paseyro, gerente general de la Asociación Semilleros Argentinos (ASA), confirmó que "en el corto plazo no se prevé la comercialización de nuevas tecnologías Bt para maíz".

Y añadió: "Es imprescindible manejar adecuadamente las actuales para sustentar la productividad del cultivo en el tiempo".

Ducasse coincidió en la importancia de incorporar un porcentaje de maíz no Bt al sistema: "La siembra de franjas con semillas que no contengan esta tecnología incorporada, en un radio no mayor a los 1.500 metros, puede contribuir a prolongar la eficacia y las propiedades", indicó Ducasse.

"La fórmula 9+1 significa que un 10 % de la superficie de cada lote debe sembrarse con maíz que no contenga la tecnología", indicó.

De todos modos, Trumper aclaró: "Para que sea exitosa la siembra de refugios deben cumplirse otros requisitos inherentes a cada evento Bt, como el manejo de la superficie que se siembra".
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