Economía Se define el mes próximo

Salario mínimo: Gobierno y CGT evalúan un aumento de entre 20 y 25%

Se podría llevar el sueldo mínimo a $ 10.000. La definición del nuevo piso salarial es importante porque sirve como referencia para el trabajo informal y para actividades que no están sindicalizadas.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, podría postergar el llamado al Consejo del Salario para fines del mes próximo, ya que él y una numerosa comitiva de dirigentes de la CGT (viajarían 20 personas) participarán en las dos primeras semanas de junio de la conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Ginebra.

Desde la CGT pretenden equiparar el valor del salario mínimo con el costo de una canasta básica de alimentos, cuyo valor, según el Observatorio de Datos Económicos y Sociales de la propia central, es de $ 14.686. Es decir, la suba debería superar el 80%. Ratificaron al diario La Nación esa intención José Luis Lingeri y otros tres sindicalistas de peso. También las dos CTA, que pretenden igualarlo con la canasta básica del Indec, que es de $ 14.090.

Sin embargo, detrás del anhelo de estos dirigentes ya hay una negociación en marcha con Triaca y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, para que el aumento del salario mínimo esté en línea con la media de las paritarias. Desde ambas orillas especulan con que el alza podría ser de 25%, para llevar el sueldo mínimo a $ 10.000. La cifra no habría sido todavía cotejada con las cámaras empresarias que participan de la negociación, reinstaurada de manera oficial en 2004.

La definición del nuevo piso salarial es importante porque sirve como referencia para el trabajo informal y para actividades que no están sindicalizadas en jornadas laborales de ocho horas. También es una pauta para las administraciones provinciales y municipales.

Las últimas mediciones de inflación del Indec confirmaron que la suba de los precios no se detuvo y que las metas inflacionarias que trazó el Banco Central (de entre 12 y 17%) difícilmente se cumplan. Convalidar la suba del salario mínimo entre 20 y 25% será una manera de echar por tierra el objetivo que trazó Federico Sturzenegger. Hasta la vicepresidenta Gabriela Michetti reconoció que la inflación será mayor.

En paralelo con las negociaciones salariales y como parte del período de tregua, el Gobierno y la CGT avanzan en otras dos iniciativas a corto plazo. La primera tiene que ver con la instrumentación del plan empalme para reconvertir los planes sociales en empleo formal.

El segundo proyecto es la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología de Salud, cuya misión sería reducir la litigiosidad en lo relativo a la cobertura de medicamentos y tratamientos por parte de las obras sociales. Sería una suerte de blindaje de eventuales reclamos judiciales para las prestadoras médicas de los sindicatos.

La CGT modificó algunos detalles del proyecto oficial que acercaron Triaca y Quintana, pero la iniciativa podría cristalizarse en los próximos días en un decreto presidencial, según explicó Lingeri, el dirigente que negocia todos los cambios vinculados con las obras sociales.
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