Para argumentar esta estimación, la entidad puso sobre la mesa que "las modificaciones sobre el marco regulatorio registradas desde finales del 2015 han generado un escenario alentador en cereales como el maíz, promoviendo un aumento de las hectáreas ocupadas. Simultáneamente, la importante expansión del área sembrada con girasol en sectores del norte del país también reduce la superficie disponible para el resto de los cultivos de verano", agregó.
La actual proyección de área contempla una reducción interanual de 500.000 hectáreas en soja, "brecha que podría acortarse dependiendo del impacto que genere el anuncio de reintegro equivalente al 5% del precio FOB a partir de 2017 para productores de las provincias comprendidas dentro del Plan Belgrano (NOA y NEA)".
Sin embargo, la Bolsa de Cereales destacó que "pese a la reducción de su superficie, el cultivo de soja jugará un rol muy importante en la recuperación del área agrícola durante este nuevo ciclo 2016/17. Durante las últimas campañas hemos registrado un incremento en el número de lotes sin sembrar en zonas menos competitivas, ya sea por elevados costos de producción, limitaciones ambientales o como resultado de la combinación de ambos factores. Si las condiciones climáticas lo permiten, durante los próximos meses muchos de estos cuadros serán reincorporados al circuito agrícola de la mano de la soja, principalmente en las provincias del norte de nuestra región agrícola (NOA y NEA) y en menor medida en ambientes marginales de La Pampa, San Luis y Buenos Aires".
