Precisó Lourenzo que en mayo se registró una "aceleración" en la caída de la actividad que venía "amesetada para abajo", dado que en ese mes hubo una baja del 5,2% en la productividad para alcanzar un acumulado de 4,8% desde que arrancó el año. El vocero de la CAME sostuvo en declaraciones a Radio La Plata que tanto las pymes industriales como el sector comercial apuntaban al segundo semestre como plazo para que se inicie la recuperación del consumo, pero eso cambió.
"Todos apuntábamos al segundo semestre pero por ahora se está convirtiendo en el último trimestre. Estamos esperanzados de que se genere la reactivación, producto de los fondos del blanqueo, de haber salido del default, del endeudamiento externo, que nos permita activar las construcciones, la obra pública y los motores del sector económico de la argentina", dijo.
Consultado acerca de si las Pymes están en condiciones de soportar ese retraso de tres meses en las condiciones actuales, advirtió: "No todas, hay muchas que van a quedar en el camino, que no están condiciones de sostenerse en pérdida".
Y afirmó que la caída abrupta del consumo y el "aumento explosivo" en los costos de producción fue una "combinación tan cruel" que lleva a las empresas a arrojar pérdidas y no todas tienen la espalda de sostener esa situación por mucho tiempo.
Además, aseguró que "las Pymes necesitan reducciones de carga fiscal porque viven embargadas".
Sobre las importaciones, Lourenzo dijo según un relevamiento de CAME, por ahora no se observa que haya un desplazamiento del consumo hacia los bienes importados, pero "sí hay una alerta amarilla".
"En góndola hay muchos más productos importados que antes, no son cifras que hoy paralicen a la industria nacional pero sospechamos que de reactivarse el mercado interno esta aguja va a pesar más", dijo.
