"La licuación de gastos ha mejorado la situación financiera de las provincias, aunque varias todavía estarán en rojo (déficit), lo cual podría actuar como restricción en el incremento de gastos" añadió el análisis.
El informe señaló que "si el gasto en personal es alto, habrá menos (recursos) para otros (destinos) como la obra pública, o la reducción de la presión tributaria", pero también advirtió que "si hay déficit, en algún momento terminarán restringiendo las compras públicas".
"Estamos prestando atención a dos puntos importantes: uno, si las provincias gastarán más para reactivar sus economías, y dos, si esta política es sustentable financieramente y que no termine en un problema de deuda en el futuro", puntualizó el análisis del IERAL.
"Las provincias recibirán más fondos coparticipados, especialmente por la devolución de fondos que se desviaron a la Anses, pero no implica una mejora sustancial en su poder de compra" indicó el instituto.
El acceso al financiamiento que tendrán las provincias generará un incremento de sus gastos, no obstante IERAL desestima que se dirijan a mejorar la infraestructura, ya que "el gran peso de la masa salarial estatal puede reducir los fondos para aquel destino".
En cuanto a ingresos, agregaron que "difícilmente haya una espectacular recuperación económica, y por tanto, tampoco un boom en recaudación impositiva" .
A esto último se añade "la presión impositiva récord en Nación y en las provincias", por lo que "tampoco se esperan fuertes incrementos (de recursos) por este lado".