En ese sentido, puntualizó: "Yo le digo al empresario local que si no viene de adentro, va a venir de afuera", mientras argumentó: "El entusiasmo que hay sobre Argentina es inmenso".
En declaraciones a un canal de TV, Prat-Gay consideró, además, que "este es un tren que ya arrancó".
"Ya les dije a los empresarios: Si esperan a que se resuelvan todas las situaciones (para invertir), se les va el tren. Y el que suba tarde al tren, perderá la oportunidad", advirtió.
Según el jefe del Palacio de Hacienda, el Gobierno necesita "un semestre de "changüí" para ordenar el desorden que se fue armando meticulosamente durante doce años".
"A medida de que nos acerquemos al segundo semestre, van a ver con muchísima claridad cómo empieza a recuperarse la economía", confió.
"Este semestre no terminó todavía y, a medida que transcurra el segundo, verán con claridad cómo baja la inflación y crece la economía", vaticinó el ministro, quien ratificó que la meta de inflación para el año que viene "es del 17%".
De ese modo, evaluó: "Antes de octubre de este año, va a estar debajo del 2% mensual".
Prat-Gay resaltó que durante el primer semestre del año se está "corrigiendo algunas cosas".
"Sabíamos que éste era el momento para avanzar con algunas medidas que eran necesarias, aunque más antipáticas. Teníamos que ser más agresivos en lo tarifario que en lo fiscal", analizó.
El funcionario, así, sostuvo: "Elegimos bajar en cuatro años lo que otros hubiera propuesto bajar en dos, con el costo de un ajuste inmenso que nosotros nunca quisimos. Hay correcciones fuertes en los precios de las tarifas, y los ciudadanos están sufriendo la recomposición de precios relativos. Pero evitamos la alternativa de ajustar fuertemente el gasto público".
"Por eso, muchos nos critican porque somos demasiado débiles en la corrección del gasto. Tanto en materia fiscal, como en materia monetaria e inflacionaria, queremos que nos juzguen por los resultados", justificó.
