del "stay" fue peticionado por la Argentina para poder continuar
con los pagos a acreedores, a cambio de la derogación de la ley
cerrojo y de pago soberano.
Esta semana de plazo podría convertirse en el paso previo al
levantamiento de la medida cautelar con la que Griesa bloqueó los
pagos realizados por la Argentina y que llevó al incumplimiento
con los acreedores.
De este moso, si Griesa no acepta los motivos que puedan
esgrimir los fondos buitre, levanta la cautelar y el Congreso
deroga las dos leyes, se podría empezar a cerrar el litigio que se
denominó "el juicio del siglo", lo que debería ocurrir antes del
29 de febrero.
El viernes pasado, la Argentina propuso un pago en efectivo de
6.500 millones de dólares por una deuda global de 9.000 millones,
que abarca capital e intereses y también comprende a los "me too",
aquellos tenedores de bonos que no iniciaron juicios pero se
plegaron a las sentencias de Griesa.
Para conseguir esos 6.500 millones de dólares, el Gobierno
prevé emitir bonos, pero hasta ahora no puede hacerlo porque la
medida de Griesa impide hacerlo y bloquea el acceso del país a los
mercados financieros.
Hasta ahora, dos fondos buitre aceptaron la propuesta
argentina, pero otros cuatro la rechazaron, entre los que figuran
el poderoso e influyente NML de Paul Singer, que sigue presionando
para que no se concrete el convenio.
Por la medida cautelar, desde el 30 de julio de 2014, la
Argentina está incumpliendo los pagos de títulos públicos con
legislación extranjera emitidos tras los canjes de 2005 y 2010.
NA.
