El índice referencial Bovespa de la bolsa de San Pablo cayó 2,46% y terminó la jornada a 45.477 puntos, acumulando en las últimas tres sesiones una pérdida de un 4,69 por ciento. El volumen negociado fue de 6.750 millones de reales.
El tono defensivo persiste en las estrategias de los operadores del mercado bursátil brasileño en septiembre, ante al deterioro del escenario económico local y de señales de una mayor desaceleración en China.
El martes, datos que mostraron que la actividad del sector manufacturero chino se contrajo en agosto a su mayor ritmo en más de tres años y que el sector de servicios del gigante asiático mostró señales de enfriamiento repercutieron negativamente en el mercado accionario local.
En el escenario local, el mercado entendió en general que el Gobierno brasileño "tiró la toalla" respecto a un ajuste relevante de las cuentas públicas al anunciar el lunes una propuesta inédita de presupuesto para el 2016 que prevé un déficit primario.
Las acciones preferenciales de Petrobras cayeron 6,53%, en línea con el derrumbe de los precios del petróleo , debido a que los datos chinos propiciaron una corrección del crudo después de los avances de las sesiones previas.
En el mercado de divisas, el real cotizó a la baja y se depreció un 1,8% con respecto al dólar, cotizado a 3,688 para la venta en el tipo de cambio comercial brasileño.
El gobierno de Dilma Rousseff presentó el lunes al Congreso un presupuesto para 2016 que prevé un déficit primario (antes del pago de intereses de la deuda) de 0,5% del PBI, en vez del superávit fiscal primario de 0,7% del PBI que había previsto. Esa decisión dejó al país a solo un paso de perder el grado de inversión de su deuda soberana.
El humor "va a empeorar, porque el mercado va a entender que realmente las cuentas públicas están en una situación muy mala. Y también puede entender que ese texto propuesto por el gobierno es una muestra de debilidad", dijo a la AFP la economista Margarida Gutiérrez, de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, tras el anuncio de un presupuesto deficitario para el año próximo.
"El cambio va a subir, el riesgo país va a subir, vamos a tener presiones, la bolsa va a caer más. Los próximos días serán de mucha tensión", añadió la economista, aunque estimó que a largo plazo el déficit no se producirá.
El gobierno de Rousseff enfrenta problemas en múltiples frentes: a la recesión que comenzó el segundo trimestre, y que duraría dos años, se suma una inflación cercana a los dos dígitos, un desempleo en alza desde hace siete meses y una gran investigación de corrupción en la estatal Petrobras que afecta al gobernante Partido de los Trabajadores y a otros de su coalición, así como a las obras de infraestructura.
Además, existe una fuerte tensión entre el Ejecutivo y el Congreso, donde hay varios legisladores investigados por corrupción que obstaculizan el ajuste fiscal en curso.
Rousseff tiene previsto reunirse este martes con el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, que maneja la agenda política en el Congreso y ha sido acusado por la fiscalía de la república de recibir un soborno de cinco millones de dólares en el marco del escándalo en Petrobras.
La Bolsa brasileña, una caja de resonancia de la tensión que vive el país por el debilitamiento de la economía y la impopularidad del gobierno, tuvo una caída de 8,3% en agosto, y en lo que va del año acumula un retroceso de 6,8%. En 2014 cayó un 2,9%, después de registrar un retroceso de 15,5% el año anterior.
