Economía Consumos con plásticos

Comercios reclaman que los bancos bajen los aranceles de las tarjetas

La Cámara Argentina de Comercio pidió que las emisoras reduzcan del 3% al 1,5% la comisión que cobran por las ventas con crédito. Además, reclamaron una disminución del 1,5% al 0,75% en las transacciones por débito.
"Tuvimos una buena audiencia", señaló uno de los directivos de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), que ayer se reunió durante casi una hora con el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli. La audiencia fue tan buena, de hecho, que en el transcurso de la entrevista con este diario, lo contactaron desde el BCRA para volver a reunirse el lunes.
"La incidencia que tiene el arancel del 3% que cobran las tarjetas de crédito es muy alta, ya que se calcula sobre el precio de los bienes más los impuestos, por lo cual muchas veces tenemos que aumentar los costos para poder afrontarlo", fue el planteo que le hicieron, y lo compararon con otros países, para demostrar que en la Argentina es superior. Dieron el ejemplo del 1,3% que cobra Brasil, 2% Colombia, Chile entre 1,3% y 1,4%, Perú entre 1,5% y 2,5%, mientras Italia y España cobran menos del 1%. Por lo tanto, pidieron que la alícuota se reduzca a la mitad, del 3% al 1,5%.
"Con estas medidas, la intención es abaratar costos, lo que posibilitaría una mayor capitalización de los comerciantes, que redundaría en un fomento en los niveles de actividad, consumo y empleo", pronosticaron en la CAC.
Los consumos con tarjetas de crédito el año pasado fueron de $ 540.000 millones, de los cuales $ 16.200 millones (el 3%) se quedaron las emisoras. En caso de que la comisión se reduzca a la mitad, representaría una pérdida en los balances de las emisoras de $ 8.100 millones.
Por otra parte, los directivos de la CAC pidieron que la comisión de las compras con débito bajen del 1,5% al 0,75%. "Si querés vender en seis cuotas, te cuesta un 10%", fue la queja de los comerciantes, mientras Vanoli y el gerente general, Jorge Rodríguez, los escuchaban con mucha atención: se veían interesados en la problemática sectorial y tomaban nota de todo.
A su vez, los comerciantes reclamaron que se elimine la sobretasa del 25% que los emisores cobran al consumidor por la financiación.
Fuentes del sistema se defienden: "Es importante diferenciar el costo que implica la venta con tarjeta de las retenciones que la AFIP y los organismos recaudadores provinciales descuentan a los comercios. Estas retenciones, efectuadas en concepto de anticipos de impuestos, que son alrededor del 10%, son luego recuperadas por el comerciante en su liquidación mensual y no constituyen un costo adicional al arancel".
La alícuota se distribuye íntegramente entre los bancos: 85% para el emisor y 15% para el pagador: "Esto significa que la medida impactará en la rentabilidad de los bancos, pero no es cierto que vaya a aumentar la actividad económica ni el empleo, ya que no hay antecedentes que esa reducción de arancel vaya a baja de precios: cuando cayó del 10% hasta llegar al 3% no se registró un incremento proporcional de la actividad económica. Lo que sí es cierto es que mejorará la rentabilidad de los comercios y, por lo tanto, podría aumentar la aceptación. Redundaría en más comercios aceptando tarjeta de crédito o débito y en un aumento de la participación de los medios de pago sobre el efectivo", admite el VP de una entidad.
El director de un banco extranjero suma otro punto de vista: "La tarjeta le permite a los comercios apalancar las ventas, y le suma una cartera de millones de clientes tarjetizados. Además, hay que tener en cuenta que no en todos los casos se cobra un 3%: en las estaciones de servicio, por ejemplo, el arancel es del 1,5%. Por otra parte, hay que netear todos los costos que hay detrás de esa transacción, ya que debemos pagar ingresos brutos sobre esa comisión. El impuesto al cheque que cobra el Estado es del 1,2% y está metido en la transacción".
Otro de los reclamos de la CAC se refirió a la línea de crédito para inversión productiva, que ya va por su sexta prórroga, solicitando se amplíe el destino del crédito a capital de trabajo, que hoy es de un 20% del crédito, a un 50%. Un problema para los bancos, que ya tienen dificultades para colocar el cupo.
Lo curioso es que uno de los cuatro directivos de la Cámara Argentina de Comercio que participó de la reunión en Reconquista 266 fue un banquero: el legendario Alfredo Piano, a quien se lo puede ver todos los días atendiendo el mostrador de San Martín 345. (El Cronista)
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