Durante el año pasado, la Superintendencia autorizó a las prepagas incrementos del 5,5% desde marzo (para compensar los mayores costos por la devaluación de enero), del 9% desde junio, del 7,5% en septiembre y, finalmente, del 4% en diciembre.
Ahora, desde el primero de marzo, la medicina privada podrá aumentar sus cuotas otro 4%, aunque los empresarios buscaban luz verde para una suba del 12,4%, a aplicarse desde el mes que viene.
Ese es un mecanismo repetido en los últimos años: las empresas reclaman autorización para un aumento que les permita compensar sus mayores costos, que finalmente es autorizado por la Casa Rosada, pero por un porcentaje mucho menor al esperado.
La autorización de la Superintendencia para aplicar una nueva suba dentro de un mes, es en respuesta a un pedido hecho por representantes del sector en una carta que a mediados de diciembre último hicieron llegar a los ministros de Economía y de Salud, Axel Kicillof y Juan Luis Manzur; a la superintendenta de Salud, Liliana Korenfeld y al secretario de Comercio, Augusto Costa.
En ese texto, firmado por directivos de prepagas, clínicas, centros de diagnóstico y farmacias, se advirtió sobre la insuficiencia de recursos que argumentar sufrir esas entidades, y los efectos de esa situación en la calidad de las prestaciones.
A pesar del nuevo aumento, las empresas del sector argumentan que los ajustes que autoriza el Gobierno no son suficientes para equiparar la suba de los costos relacionados con la actividad y la inflación, que según las consultoras privadas, trepó a casi 40% durante el año pasado.