En el mapa internacional, el dato viene dado por Rusia, cuya devaluación del rublo y aumento de las tasas de interés le ha sumado debilidad a la economía del globo lo que repercute en otros mercados emergentes. La caída del real es una llamada de atención incluso para los países del Mercosur ya que afecta en forma sustancial el comercio regional pero también vuelve más cautelosos a los otros actores del bloque y hasta genera respuestas cambiarias de distinto tipo.
La postura del banco central brasileño parece haber cambiario ahora ya que ha adoptado una estrategia intervencionista para regular el mercado cambiario. Su titular, Alexandre Tombini, ya ha realizado gestiones que lo mostraron vendiendo u$s 1.000 millones pero ha dicho que será una práctica permanente en 2015. (Cronista Comercial)