A lo largo del primer semestre del año, los indicadores de confianza en la economía brasileña, elaborados por la FGV y la CNI, aceleraron la trayectoria de caída que venían mostrando desde 2013 y pasaron a señalizar un nivel de actividad económica más débil del esperado por los analistas, que continuamente revisa las proyecciones macro a la baja. El año pasado estos indicadores presentaban una trayectoria compatible con un escenario de desaceleración suave de la economía que se tradujo en una caída de 6 puntos mientras que en el primer semestre de 2014, el índice vinculado con el sector industrial mostró una caída de 10 puntos en el índice de situación y de 15 puntos en el de expectativas.
Esta fuerte caída es la que motivó a los principales economistas brasileños a realizar una actualización de la estimación de crecimiento del PBI de niveles del 1,5% para un 0,97% en 2014 y del 2% para el 1,4% en 2015. Cabe señalar que estas proyecciones del PBI para 2014 contempla que hubo una exagerada caída de las expectativas y que a partir de julio mejorarán; por lo que si se mantiene el pesimismo actual el escenario proyectado para este año apuntaría a un crecimiento más cercano al 0,5%.
En este contexto de desaceleración económica con una inflación que evidencia cierta resistencia a la baja, da lugar a pensar que el Banco Central mantendría la tasa Selic en un 11% anual por un período más prolongado, como ser fines de 2015. Por lo que el tipo de cambio deberá mantener un nivel similar al presente por los próximos meses, aunque su tendencia hasta fin de año estará determinada por las expectativas vinculadas con la política monetaria de la Reserva Federal. (Ámbito Financiero)