Economía Se nota de varias maneras

Las compras con tarjeta cuestan entre 10 y 40% más que en efectivo

Aunque la ley lo prohíbe, cada vez más negocios tienen precios diferenciados. A veces, se aclara que con tarjeta el precio es mayor. En otros casos, la brecha surge por “descuentos” para el pago en efectivo.
Hasta hace poco, el efectivo o la tarjeta eran dos formas de abonar un mismo valor. Pero en los últimos meses, los precios de contado y los que rigen para comprar con plásticos dejaron de ser iguales. Y ahora, pese a estar prohibidas las diferencias, usar débito o crédito en un pago ya implica pagar entre 10% y 40% más.
El fenómeno se acentuó este año en una creciente cantidad de comercios medianos y chicos. Son tiendas de ropa y calzado, mueblerías, restoranes y peluquerías, entre otros, que hoy intentan así desalentar las operaciones con tarjeta.
En la calle eso se nota de varias maneras. A veces, se aclara que con tarjeta el precio es mayor. En otros casos, la brecha surge por “descuentos” para el pago en efectivo que muchas veces, lejos de ser ofertas puntuales, alcanzan a toda la mercadería. Entonces, cada artículo termina con dos valores: uno de “cash” y otro más alto para plásticos, pese a que la ley 25.065 obliga a los comercios a “no efectuar diferencias de precio” entre los medios de pago.
“Está prohibido que haya dos precios por producto. Pero la diferencia se produce de hecho porque, cuando el cliente va a pagar, le suelen ofrecer un descuento de contado. Es una situación gris que ocurre mucho y habría que blanquear”, comentó Vicente Lourenzo, secretario de la Confederación de la Mediana Empresa (CAME).
“Se incentiva cada vez más el pago en efectivo por una necesidad de caja. Tras un primer trimestre muy recesivo y un abril también malo, los comerciantes necesitan cash para pagar sueldos y alquileres –añadió Lourenzo–. Pero las compras con crédito se cobran recién en 18 días, resignando parte de las ganancias y sufriendo retenciones y percepciones de impuestos”.
Fabián Castillo, titular de la Cámara de Comercio de Calzado coincidió: “Al comerciante cada vez le cuesta más estar bancarizado, y su necesidad de efectivo creció. Cada vez incentiva más el pago al contado, con ofertas que llegan al 20%”. El dirigente afirmó que estos estímulos están siendo bien recibidos por la gente, hoy muy atenta al precio. Y reveló que el gasto al contado crece: “Hace un año el 65% de las ventas se hacían con tarjeta. Hoy son el 50% y creemos que se seguirán reduciendo”.
Otras voces destacan que no todas son ventajas. “Pese a estar prohibida, la práctica crece desde diciembre, a veces presentada como descuentos. Pero el efecto es que con la tarjeta se paga más. Además del perjuicio económico, esto hace que la gente cargue más dinero, con los riesgos que implica”, apuntó Fernando Blanco Muiño, de la Unión de Consumidores de Argentina. Además, al usar más efectivo, se suman costos de extracciones y la pérdida del reintegro del 4,1% de las compras con débito. La Legislatura porteña ya analiza un proyecto para ratificar la ilegalidad de estas prácticas, con excepciones.
Jorge Surin, abogado experto en Derecho del Consumidor, destacó que el cliente puede denunciar los recargos: “Al ver precios diferentes, debe asentarlo en el libro de quejas del local y llamar a Defensa del Consumidor”. Y si le cobraron un extra –agregó– puede denunciarlo en ese organismo para que luego, en una audiencia conciliatoria, el comerciante le devuelva la diferencia más una compensación “por las molestias y el tiempo perdido”. (Clarín)
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