More, de 19 años con una altura de 1.80 mts, se inició en el Paraná Rowing Club. Por su parte, Vale tiene 17 años y mide 1.83 mts. Comenzó a practicar la disciplina en Paracao, donde ha participado de Liga Nacional. Además, ambas cuentan con experiencia en los seleccionados argentinos juveniles.
"Es un orgullo para nosotras tan corta edad conseguir este torneo y un premio al esfuerzo que hemos realizado para llegar a este nivel", sostuvo Valentina.
Disputar una final nacional marcó un hito importantísimo en su corta trayectoria en el vóley grande. Más teniendo en cuenta el marco de público que convocó la final ante Estudiantes de La Plata en el Superdomo de La Rioja con casi 12.000 espectadores.
"Fue lindo tener toda esa gente bancando, algo que se dio porque el año pasado quedaron en la puerta de una final y ahora se dio. Por eso no sentimos presión. Además es lindo tener un estadio lleno en el vóley argentino, algo que nunca pasó en Liga", reconocieron las paranaenses.
Valentina y Morena coincidieron que el CEF mostró una actitud ganadora durante todo el torneo que las llevó a lo más alto. "Teníamos muchas ganas de ganar. En todos los partidos poníamos mucha garra al igual que en los entrenamientos. Era un equipo con experiencia, por la presencia de Mimi Sosa, y las ganas de las más chicas", destacó Valen.
"Fue siempre un equipazo. Al momento que me llamó el entrenador para ir a CEF no podía creer las jugadoras que había. Me preguntaba qué iba a hacer ahí pero me di cuenta que era mejor para mi porque iba a aprender mucho de ellas", sostuvo Morena.
Kaplan también hizo su debut en Liga con Rowing. "Nunca pensé que iba a jugar contra River, Boca, San Lorenzo porque lo veía muy lejano. Pero a partir de ahí vi que podía llegar lejos. Todo se dio muy rápido y menos me esperaba ganar una final".
El vóley femenino en la capital entrerriana está en una etapa de crecimiento que aún le falta desarrollo y más participación de los clubes locales. Así coincidieron Ruhl y Kaplan que ya han transitado la liga local.
"Llega un momento que sentis que hay que probar otra cosa, que los tiempos se cumplieron. Eso me pasó en Rowing, que es mi segunda casa y al cual siempre le agradezco porque me dio muchísimo desde la formación hasta llegar a donde estoy hoy", contó More.
Son jóvenes y con un futuro prometedor en el vóley, aunque son conscientes que para asegurarse el futuro es importante encarar una carrera universitaria que les permita una salida luego del deporte.
"Terminé el secundario hace dos años y aún no arranqué a estudiar porque justo estaba la chance de ir a jugar a Buenos Aires y me fui por lo que ya era tarde para inscribirme acá en la facultad. Si bien la prioridad es el vóley, para un futuro quiero estudiar kinesiología", sostuvo Morena.
En tanto que Valentina está cursando el último año del secundario en la escuela Virgen de la Medalla Milagrosa de Paraná. "Desde el colegio me apoyan mucho en este sentido y me ayudan bastante los días que no he podido estar. El año que viene si ya me gustaría ir a jugar a Buenos Aires y estudiar ahí criminalística".
"Mis padres siempre estuvieron presentes en cada deporte que hice y en cada lugar que estuve. Hasta mi viejo cayó de sorpresa a La Rioja, la verdad no me lo esperaba porque me habían dicho que no iban a poder. Por eso y todo le agradezco un montón", reconoció.
Valentina es hija de Daniel Ruhl, histórico jugador de básquet con destacada trayectoria en Sionista.
"Mi papá y mi mamá me acompañan todo el tiempo, les estoy super agradecida por todo lo que me han dado. Principalmente él que me metió en esto, hoy es mi manager y me pone muy contenta que sea él", manifestó. (El Pelotazo)
