De arranque, el equipo de Riad se puso en ventaja gracias a Malcolm, quien se metió en el área a pura velocidad tras una gran jugada colectiva y definió contra un poste para el 1-0. Fue un golpe duro e inesperado para los dirigidos por el argentino, pero antes de la media hora se recuperaron y empataron la historia a través de Abderrazak Hamdallah tras el rebote de un penal que él mismo había errado. Llamativamente, aquella pena máxima no fue ejecutada por Karim Benzema, otra vez considerado por Gallardo tras la serie de desplantes en la pretemporada.
Si bien todavía no pudo disfrutar a Neymar, quien se sigue recuperando de una rotura de ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, Al-Hilal sacó a relucir su mejor juego y volvió a quedar arriba en el marcador a poco del cierre del primer tiempo, cuando Salem Al-Dawsari apiló dos rivales en la puerta del área y clavó su derechazo en la red. En el festejo hizo el famoso Topo Gigio de Juan Román Riquelme.
En el complemento, más allá de las embestidas de Al-Ittihad, el conjunto albiazul logró resguardarse bien durante los 45 minutos y sentenció la historia al borde del tiempo extra. A los 43, Malcolm sacó a bailar a sus marcadores y anotó el 3-1, que luego sería 4-1 definitivo por la conquista de Nasser Aldawsari.
Con este aplastante resultado, Al-Hilal gritó campeón en su país y llegó a las 33 victorias en hilera. Al-Itithad, por su parte, no pudo dar la vuelta olímpica de la mano de Gallardo, quien además sigue sin poder derrotar a Jorge Jesus. El DT portugués le ganó con Flamengo la final de la Libertadores 2019 de forma agónica, lo eliminó de la Champions asiática (2-0 en la ida y en la vuelta), lo superó 3-1 en el campeonato local y ahora 4-1 en la Supercopa. Una verdadera bestia negra para el ex River.
(TyC Sports)
