Aunque el desempeño deportivo con Ruben Darío Insua al mando ha sido positivo, alcanzando la clasificación a la próxima edición de la Copa Libertadores, la situación financiera persiste como un desafío para Marcelo Moretti y su equipo, y cuando todo parecía encaminado un nuevo dilema surgió en el club.
El mediocampista colombiano se unió al club a principios de 2021 desde Deportes Tolima por aproximadamente 1.200.000 dólares, representando el 80 por ciento de su pase. Aunque dejó el equipo un año y medio después en calidad de jugador libre, el acuerdo establecía que el club comenzaría a saldar la deuda en tres cuotas por los tres meses adeudados, pero nunca se llevaron a cabo los pagos. La discordia surgió por desacuerdos en la negociación durante el año pasado, cuando se confirmó que Gordillo no seguiría en el club. Tras varios meses de idas y vueltas, se alcanzó un acuerdo económico entre las partes. Sin embargo, el incumplimiento del plan pactado por parte del club desencadenó la medida de inhibición de la FIFA.
Además, se suma a la deuda de un millón de dólares por Gordillo, la cual se une a los 100 mil que la CD giró a Rafael Pérez, jugador que recientemente intimó al club con el objetivo de quedar libre y regresar al fútbol colombiano para jugar en Junior de Barranquilla.
(NA)