"El miércoles ante San Lorenzo tenemos un partido muy difícil y el entrenador será Mariano Herrón. Le deseamos lo mejor a Jorge Almirón en su carrera pero ahora tenemos la cabeza en otro objetivo. Vamos a una cancha complicada y tenemos que hacer las cosas bien", declaró Riquelme ante la pregunta de quién será el nuevo DT.
"Los chicos no pueden sacarse de la cabeza el partido desde que llegamos. Es normal y duele mucho pero hay que aprender a aceptar cuando no te toca ganar. Es así este deporte", aseguró Riquelme como fueron las primeras impresiones de los jugadores en el entrenamiento de esta mañana.
Pero al que más defendió fue a Frank Fabra, expulsado en la final ante Fluminense por un manotazo, y destacó que fue uno de los más tristes por la derrota y de los que más se culpó por eso: "Fabra llegó llorando al entrenamiento de hoy. Pasaron 2 días. Él quiere mucho a nuestro club. Hizo mucho para que lleguemos a la final. Fue muy importante en estos 4 años. Todos nos equivocamos. Hay que tener paciencia".
"La ilusión fue tan grande que lograron que mi mamá se suba a un avión y vaya a Brasil. A mí nunca me fue a ver. Eso demuestra que las cosas se están haciendo bien. Tengo que agradecerles a los jugadores", contó.
El vice también tuvo sus reflexiones en la derrota: "Fluminense fue un poco mejor que nosotros y Boca arriesgó poco dentro de la cancha, lo analizo como hincha, pero esto es así. Estábamos muy ilusionados y no se dio. El objetivo era ganar la Libertadores pero ahora seguimos en competencia y estamos por jugar una semifinal y a pelear el torneo".
