"Milan nunca tuvo un rey, tiene un Dios", dejó en claro en su cuenta de Twitter Ibra, quien, más allá de sus 39 años, se lo vio intacto y, a fuerzas de goles y una mentalidad arrasadora, llevó al Rossonero a la cima de la Serie A.
De esta manera, el oriundo de Malmo, que gritó cuatro veces en solo dos encuentros de esta temporada 20/21, zanjó el posible debate que abrió el artillero belga y demostró que está más vigente que nunca.