Y en la misma línea, agregó: "Llegar a las finales no es cuestión de todos los días, hay que hacer muchas cosas buenas. En dos años estos chicos jugaron 19 partidos entre el Mundial y las dos Copas Américas y no perdieron ninguno en los 90 minutos. Y cuando chocás con la situación de no haber logrado ningún campeonato, es difícil poder explicarlo. Lo único que a mí me preocupaba era poder continuar con una forma de conducción que había iniciado Alejandro (Sabella)".
Sin ir más lejos, Martino responsabilizó a los clubes del fútbol argentino de no prestarle jugadores para los Juegos Olímpicos y las convocatorias: "Había una situación que tenía que ver con el compromiso en el fútbol. Yo no puedo pretender que Juventus tenga compromiso para cederme a (Paulo) Dybala, Inter para darme a (Mauro) Icardi o Milan a (Mateo) Musacchio. Lo que sí espero es que River, Boca, San Lorenzo, Independiente o Racing tengan compromiso para darme a los futbolistas".
"Ese tipo de situaciones para armar algo tan importante y exigente como era un Juego Olímpico nada menos que en Brasil te van empujando a tomar una decisión. Cuando una situación empieza a rozar tu dignidad no hay mucho para hacer o por lo cual quedarse. A veces un paso para atrás bien dado o una renuncia en el momento justo probablemente tenga muchas repercusiones positivas a futuro en la carrera de un entrenador", cerró el Tata. ¿Tendrá revancha en un futuro?