A principios de mayo, el Gobierno español anunció un plan de desconfinamiento para los futbolistas profesionales: Tras las pruebas médicas, entrenamientos individuales y luego sesiones en grupos pequeños.
Los partidos estarán autorizados en la cuarta y última fase, con la condición de no reunir a más de 400 personas en el lugar. La Liga espera "un regreso a la competición en junio", a puerta cerrada.
"Desde la Liga se ha advertido a todos los participantes en los entrenamientos que no relajen las medidas sanitarias recomendadas", concluyó la competición.
En un proceso en el que comenzaron las temperaturas más altas y España sale paulatinamente de la cuarentena obligatoria, los planteles de fútbol retomaron la semana pasada los entrenamientos, siempre apegados al protocolo de salud para evitar contagios.
Más allá del optimismo que generó recientemente el achatamiento de la curva de contagios y la caída casi constante del número de puertos por día, datos como el de los nuevos contagios en el fútbol parecen alejar la chance de que la pelota vuelva a rodar en lo inmediato.
