La 33 ya había estado colgada, pero en 2017 fue robada de las instalaciones de la escuela secundaria. No se sabe cómo, pero finalmente terminó en las manos de un coleccionista chino que al enterarse que podía tratarse de una pieza robada, no dudó en contactarse con la institución para comenzar el procedimiento para devolverla. Lo más llamativo, es que todo este proceso se inició antes de la inesperada muerte de Bryant.
Con el fallecimiento, el trámite se aceleró y la casaca regresó al lugar del que no debió haberse ido para que los jugadores y los seguidores del equipo pudieran demostrar toda su admiración y tristeza por Kobe en un sentido homenaje. Un primo de Bryant fue el encargado de sacar el telón y descubrir la a prenda blanca y con ribetes morados. También hicieron 33 segundos de silencio en referencia al número que usaba el escolta.
