En el Mundial de Japón 2006, el Alma se cruzó con Francia en la fase de grupos, con el Oveja como entrenador. "Aquella vez me encontré el día anterior a Tony Parker. Me dijo que tenía suerte porque se volvía a Francia porque no se recuperaba de una lesión en la mano. Fue un alivio porque en ese momento era un demonio y pudimos ganar un partido muy duro", recordó. "Ahora es otra instancia diferente y otro equipo. Ellos son un equipazo. Tiene poder en todas sus líneas, juego perimetral, interior ni hablar, son inteligentes. Me gusta su entrenador hace muchos años, planifica los partidos especialmente para cada rival, con una rotación muy sana. Es un placer jugar contra ellos y poder medirnos contra uno de los mejores equipos del mundo", añadió.
"Me cuesta recordar mi vida, pero sí es loco. Me toca estar en tres Mundiales y en dos llegar a semifinales. Ojalá que este tenga un final diferente al anterior. Tengo muchas alegrías en los Mundiales. El día que me retire lo contaré de otra manera, pero ahora estamos a horas de jugar la semifinal del mundo y la queremos, entonces mi cabeza está medio bloqueada", concluyó.