Luego de la paridad, los de Wenger no erraron un sólo disparo en la definición desde los doce pasos y se beneficiaron de las fallas de Álvaro Morata y Thibaut Courtois, que remataron directamente afuera en sus respectivos penales.
Ambos equipos presentaron en cancha una formación inicial con destacadas ausencias, que terminaron siendo relevantes en el juego. Por el lado del Arsenal, extrañaron el vértigo y la velocidad en ataque del chileno Alexis Sánchez y el alemán Mezut Ozil. Por su parte, Antonio Conte no pudo poner en cancha al belga Eden Hazard ni al francés Tiemoué Bakayoko.
Chelsea se puso en ventaja a los 46 minutos de juego, a través de Víctor Moses, a la salida de un córner. Pero el empate llegó a falta de nueve minutos. Pedro se fue expulsado por una falta grave y vio como se le escurría la victoria de las manos: ejecutaron la falta y, tras el centro, Saed Kolasinac cabeceó al gol.
A partir de ahí, todo se definiría en los penales. En esa instancia, el Arsenal no falló ninguno de los cuatro que tuvo y por eso levanto la Copa, beneficiado porque Chelsea erró dos de los tres, en los pies de Álvaro Morata y el arquero Courtois.
