"Hoy Bauza es el entrenador de la Selección. La reunión fue buena", dijo Tapia, quien va configurando un papel: el de un hombre al que el alrededor lo empuja. "El conductor soy yo", aclara, pero a la vez deja sentado que el resto del Comité Ejecutivo lo empuja a hacerlo salir y que la sociedad lo quiere fuera. Por lo bajo, sus asesores deslizan una mirada: "Salvo que los jugadores salgan a bancarlo, está fuera". El redondel está lleno de especulaciones y eso tiene dos opciones: hay muchas dudas o un gran acting.
La táctica de Tapia de no hablarle a Bauza parecía una maniobra para hartarlo. Lo logró, pero no para hacerlo renunciar y lograr no tener que pagar la indemnización, que se suma al juicio del cuerpo técnico de Gerardo Martino y a lo que habría que pagar para sacar a cualquier entrenador que quisiera llegar a ponerse el buzo de técnico de AFA. Hasta que se reunieron. Desde el sector de Tinelli, aseguran que el encuentro fue muy bueno. La duda es una sola: ¿la reunión fue algo que merece ser tenido en cuenta o hay una decisión previa, ocultada en la idea de que AFA tiene que ser trasparente?
La multitud de rumores dicen que hasta de habló de indemnización. El dato es claro: aunque el operativo sea de desgaste, Bauza no renunciará ni entregará un sólo peso de lo que le corresponde económicamente. Lo otro es del huevo y la gallina: AFA no echará a Bauza sin saber si tiene un sucesor o no. Sampaoli asegura que no hablará con alguien en el cargo. El miércoles Tapia viajará a Europa. Antes, será la reunión que pondría punto final. (Goal)