El técnico manifestó que está saturado y no es este el contexto para pensar si sigue o no. En estas condiciones no quiere tomar una decisión y se arrepiente de haber puesto en duda su continuidad: desde entonces padece una fuerte presión mediática y cotidiana en torno al interrogante sobre su futuro.
En las próximas horas, Gallardo viajará con su familia a Punta del Este y en un contexto más ameno y alejado de lo cotidiano tomará la decisión hacia el fin de semana, momento en el que el presidente Rodolfo D'Onofrio también estará allí.
Mientras entre los dirigentes reina el optimismo, la última palabra la tendrá el Muñeco.
