Tras estudiar la situación, el Comité Ejecutivo decidió que ningún atleta de Rusia podrá competir en Río a menos de que cumpla una serie de condiciones. La primera de ella es que el deportista debe satisfacer las exigencias de sus respectivas federaciones internacionales en materia antidopaje.
Según el COI, la ausencia de positivos en pruebas verificadas por la agencia nacional no será considera suficiente por las federaciones internacionales.
Además, el Comité Olímpico Ruso no podrá enviar a los Juegos de Río a ninguno sancionado anteriormente por dopaje, incluso en el caso de que ya haya cumplido el castigo.
Los deportistas rusos que finalmente sean aceptados por el COI serán sometidos a un riguroso control antidopaje que realizará Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en coordinación con la respectiva federación internacional.
El Comité Ejecutivo del COI, que advirtió de acá en adelante podrían adoptarse otras sanciones, reiteró su preocupación por las "evidentes deficiencias" que presenta la lucha contra el doping. Tambén agradeció a la atleta rusa Yulia Stepanova - quien denunció el sistema de dopaje implementado en Rusia- por su contribución, pero rechazó su petición de participar en los Juegos de Río bajo bandera neutral: No podrá competir por haber sido sancionada anteriormente por doping. Ella y su marido fueron invitados como espectadores a la cita olímpica.
El jueves pasado, el Tribunal Arbitral de dopaje rechazó un recurso de amparo que presentaron casi 70 atletas rusos ante la suspensión de la IAAF.
