En un primer cuarto demasiado parejo, los Warriors se impusieron por 32 a 29 y ambos equipos demostraron que ninguno regalaría espacio en la cancha y que jugarían cada pelota como si fuera la última.
Los equipos se fueron al descanso con un marcador de 61 iguales, luego de una impresionante muestra de carácter y deportividad, brindando un espectáculo dinámico y apasionante, al nivel de lo que estaban jugando.
En el tercer cuarto, los Cavs lograron una diferencia sustancial 11 puntos, la mayor conseguida por uno de los dos en lo que iba del partido, y pudieron jugar con la presión del elenco local, que, de manera inesperada, estuvo demasiado impreciso en la definición. Finalmente el resultado fue de 94 a 83.
El último cuarto encontró a los Warriors con la necesidad de mejorar en el juego para revertir el marcador, pero nuevamente los nervios y una gran actuación en defensa de los Cavaliers pudieron contener a Curry, a quien no se lo notó cómodo en ningún tramo del partido.
El resultado final fue de 112 a 97 en favor de los Cavs que ahora buscan una remontada histórica de la serie.
