Tras permanecer un instante en el piso, el bahiense fue asistido por sus compañeros y se dirigió hacia la zona de vestuarios.
Si bien al principio se hablaba de una lesión menor y que, a lo sumo, podría perderse del viernes ante Dallas, el panorama cambió y la última información indica que estará afuera de las canchas entre cuatro y seis semanas.